El informe que el Tribunal de Cuentas elevó al Ejecutivo y a la Legislatura provincial sobre el uso de regalías mineras durante los tres últimos años echó luz sobre el descontrol y el demanejo de esos recursos.

Casi todas las comunas, sin distinción de banderías políticas despilfarraron esos dineros extraordinarios provenientes de la explotación de recursos no renovables. 

Así encontramos que hubo pagos de festivales, capacitación, becas, gastos corrientes como sueldos, aguinaldos, y en muchos casos sin destino específico. 

Sumado a ello, comunas que se negaron a entregar la documentación requerida por el TC, indispensables para la valoración de las inversiones. 

Se detectaron por el órgano de contralor que violan descaradamente el artículo 5° de la Ley 5128 que pide aplicar los dineros "única y exclusivamemente a financiar obras de infraestructura para el desarrollo económico y capacitación para actividades productivas". 

Yo me presto 

A pesar de que taxativamente está prohibido, el uso transitorio se extendió sin ningún tipo de control. A tal punto que en la mayoría de las comunas que utilizaron esta trampa a la ley, porque aseguraban que al 31 de diciembre de cada año el dinero iba a ser devuelto, hay faltantes, porque los jefes comunales no cumplieron ese compromiso y dejaron peladas las cuentas de regalías. 

Por ejemplo, el intendente de Recreo, Daniel Polti (FPV) retiró en forma "recurrente" fondos para atender gastos corrientes debido -según justificó- "al desequilibrio financiero que afecta al municipio" por más de 2 millones de pesos y que hasta julio de 2009 no había restituído, motivo por el que se inició un sumario de responsabilidad. 

Igual es el caso de la municipalidad de Pomán, cuyo intendente, Francisco Gordillo (FPV), mediante resoluciones que él mismo emitió, se autorizó a retirar fondos de la cuenta especial de regalías "con la finalidad de realizar el pago de sueldos, por un monto de 161 mil pesos. Y así repitió varias veces, incluso en julio del año pasado, se hizo un "préstamo" -así lo justificó- de 53 mil pesos, que si bien lo devolvió, "constituye un desvío de fondos con un destino distinto al exigido en la ley. O en las Juntas, donde Jorge Herrera (FPV) ni siquiera emitió un instrumento legal, y para atender esos desequlibrios financieros hizo en 2008 unos "pases a caja" desde la cuenta de regalías por 442 mil pesos. Y un caso paradigmático en el desmanejo de los recursos como Andalgalá -que merece al igual que Belén, un capítulo aparte-, también usó este atajo para tener a mano plata fresca. De esa manera, para el pago de artistas que actuaron en la Semana de Andalgalá el año pasado, el intendente José Perea (FPV) directamente autorizó que se emitieran cheques a cobrar de la cuenta de regalías. 

Y su par belicho, Daniel "Telchi" Ríos (FCyS) está acusado por el TC de realizar "un autofinanciamiento para cubrir gastos corrientes". En mayo y julio 2008, el jefe comunal radical emitió sendas resoluciones por las que dispuso utilizar la suma de 50 mil pesos para sueldos, y 130 mil pesos para el pago de la 1° cuota del Aguinaldo. Y, si bien en esos instrumentos del propio municipio argumentaba que eran para uso "temporario", al finalizar el 2008 no habían sido devueltas. Incluso, hay pruebas de "pases a caja" de fondos con el objetivo de pagar el combustible de los vehículos oficiales del municipio. 

Y, en San José, Mónica Hernández (FPV) -ahora suspendida por el Concejo Deliberante- transfirió a la cuenta general en 2007 más de 1,8 millones de pesos y los aplicó, entre otros ítems, al pago total de sueldos. 

El antecedente inicial de "uso transitorio" lo tuvo Valle Viejo en 2007, cuando el intendente Gustavo Jalil (FCyS) decidió hacer obras por su cuenta hasta tanto el TC apruebe los proyectos, pero a la hora de los reintegros de fondos a la Cuenta de Regalías por los proyectos no aprobados o aún en marcha, determinaron que no coincidieran los montos de las extracciones con las devoluciones. 

Y en esta misma línea, la municipalidad de la Puerta de Corral Quemado que comanda Cristina Quipildor pagó en 2007 sueldos de personal contratado para obras públicas -no se pudo comprobar si son obras con regalías- por 1,2 millones de pesos. Y Gilberto Santillán (FPV) de Londres "extrajo fondos transitoriamente de regalías mineras para intgresarlos a caja por un monto de 282 mil pesos". Y el propio jefe comunal justificó a los auditores que los usó "transitoriamente" y que los iba a devolver, cosa que no sucedió hasta la finalización de aquel año, tal como lo remarca el informe al que accedió LA UNION. 

Para pagar sus propios descalabros 

La información es contundente. Los intendentes usaron los dineros de las regalías para pagar los propios descalabros financieros en los que sumieron a sus comunas. Más allá de las metodologías para hacerse de la plata y quedar más o menos cubiertos (decretos, ordenanzas con anuencia de los ediles amigos, u otros con pases mágicos a caja general), el destino era el mismo: pagar deudas, sueldos, proveedores, y hasta artistas. Algunos se prestaron a sí mismos y se comprometieron a devolverlos, cosa que en la mayoría de los casos no ocurrió. Y lo que es peor, varios jefes comunales negaron o escondieron la información al Tribunal de Cuentas, como si el dinero fuera de su propiedad y no tuvieran que rendir cuentas a nadie.