El primer trimestre de este año será un buen "test" para las finanzas públicas provinciales; la desaceleración de la recaudación, la suba del gasto y los vencimientos de la deuda conforman una ecuación bastante compleja y es indudable que sin la asistencia financiera de la Nación será necesario un mayor ajuste fiscal.

La administración de Juan Schiaretti debe pagar este año el 20 por ciento de la deuda en dólares y hasta 2011 casi la mitad de los vencimientos en esa moneda hasta 2020.

No se trata de grandes montos, pero la ecuación financiera podría complicarse si el dólar se dispara fuera de control. Es que éste es un año poco propicio para que la Provincia reciba el impacto de una posible megadevaluación, dado que durante 2009 los vencimientos de amortizaciones e intereses en dólares suman 52 millones, casi el 20 por ciento del total de vencimientos acumulados hasta el año 2020, y el 40 por ciento de los vencimientos hasta 2011.

Los siguientes tres años concentran la mayor parte de la cancelación de deuda en moneda extranjera: durante su administración, el gobierno de Juan Schiaretti deberá pagar obligaciones en dólares por 137 millones. Esto significa que prácticamente la mitad del pasivo en dólares vence dentro un plazo de tres años. Se trata en su mayoría de deudas del gobierno con los organismos multilaterales de crédito, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, y en el improbable caso de que Córdoba no pagara el gobierno nacional podría ejecutar sin más trámite la garantía de coparticipación.

Aunque no representa el volumen que tenía en 2001, la deuda en dólares de la Provincia todavía tiene un peso relativamente alto en el total de su deuda pública. Según la última información oficial disponible, el pasivo en dólares representa aproximadamente el 12 por ciento del total de la deuda pública provincial.

Algunos economistas consultados por este medio advirtieron que ante un escenario de devaluación superior al 50 por ciento, la Provincia no tendría otra alternativa que pedir una amplia renegociación de su deuda con la Nación y a su vez, ésta tendrá que darles alguna salida política, tal como ocurrió en 2001, para evitar el riesgo de una nueva proliferación de cuasi-monedas o, eventualmente, prevenir un desorden político mayor. Vale recordar que, según la Auditoría General de la Nación, para este año Córdoba tendrá una afectación de su coparticipación del 26,7 por ciento, destinada a solventar el pago de sus obligaciones con el Estado nacional.

Para 2009 la Nación prevé, en principio, financiarle a Córdoba unos 600 millones de pesos correspondientes al Programa de Asistencia Financiera (PAF); el gobierno provincial aspira a que la Nación le refinancie unos 750 millones; "en cualquier caso, la cifra que podría ser insuficiente si el dólar se disparase", advierte un economista que sigue de cerca los números provinciales. Por ejemplo, el dólar a futuro (un año) ya se cotiza a cuatro pesos; esto implica un aumento en pesos cercano al 20 por ciento, algo superior a la inflación estimada para el este año. La Provincia había tomado como base de cálculo para los vencimientos de 2009 un dólar a 3,15 pesos, con lo cual estimaba destinar unos 164 millones de pesos a cancelar esos vencimientos. Con el dólar a 3,50 ese monto ya trepó unos 16 millones de pesos. Ni hablar de una estampida del billete verde; por ejemplo, si llega hasta los ocho pesos. En ese caso, el costo fiscal para Córdoba superaría los 250 millones de pesos, el equivalente a más de media de coparticipación plena. Esto significa que una suave depreciación del peso puede ser beneficiosa en términos de actividad y recaudación, pero más allá de cierto punto complicaría las cuentas públicas provinciales.