Publicado: 22-08-08

El Presidente del Ente Regulador de los Recursos Termales de Entre Ríos, Dr. Hugo Cettour, concurrió la Unidad de Preinversión (UNPRE) del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, para ultimar detalles de la firma del convenio entre ambos organismos, que permitirá desarrollar un Plan Estratégico de Desarrollo de los Recursos Termales, el cual será financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (B.I.D.).

El objetivo general del proyecto es establecer un marco referencial y de planificación para una utilización eficiente y sustentable del recurso termal, proponiendo líneas estratégicas de acción que orienten tanto las futuras políticas públicas como también los proyectos de inversión privada en el sector, tendiendo a lograr la sustentabilidad tanto medioambiental como socioeconómica en el número de explotaciones.

Entre Ríos no dispone hoy de un Plan Estratégico que oriente las inversiones del sector y ponga un tope al número de explotaciones con vistas a la sustentabilidad medioambiental y socioeconómica. Respecto a este último punto es evidente que si se habilitaran la cantidad actual de pedidos de nuevas explotaciones, habría varias que dejarían de ser rentables o no podrían reinvertir utilidades en la preservación del medio ambiente y en el mejoramiento o mantenimiento de la calidad del servicio.

La respuesta del E.R.R.T.F.R. ante esta problemática, ha sido la de desarrollar el Plan Estratégico de Desarrollo en la Explotación de los Recursos Termales de Entre Ríos (E.R.R.T.E.R) a través del financiamiento UNPRE-BID (Préstamo 925 OC-AR) para estudios generales.

En la elaboración de este proyecto, se tuvo en cuenta que en el tema termal surgen lo que se llaman "externalidades", tanto negativas como positivas, que aconsejan la intervención del sector público para lograr una provisión y consumo óptimos de dicho bien, situación que no se puede lograr mediante los normales mecanismos de asignación eficiente de un mercado privado sin intervención pública.

Es así que corroborando la teoría con la realidad, junto al rápido crecimiento en la explotación termal, han surgido y continúan surgiendo externalidades negativas, entendidas como aquellas situaciones donde los agentes privados "exteriorizan" ciertos costos. El ejemplo más claro en este sentido es la contaminación ambiental: una explotación privada que utilice agua termal con gran concentración salina puede ser rentable desde el punto de vista individual, pero parte de dicha rentabilidad se basa en que exterioriza los costos ambientales que ocasiona volcar los desechos salinos al medio ambiente sin un tratamiento adecuado, costos que termina pagando la sociedad en su conjunto.

Pero también han aparecido externalidades positivas, entendidas como aquellas situaciones donde los agentes privados no pueden "internalizar" ciertos beneficios. El ejemplo más claro aquí es la promoción conjunta del producto "Termas Entre Ríos". Alguien podría no colaborar financieramente con el esfuerzo conjunto de promoción y sin embargo beneficiarse del mismo, convirtiéndose en lo que en economía se conoce como "free-rider" (aquél que viaja gratis).

También constituye una externalidad positiva los estudios e investigaciones sobre el uso del agua termal con fines medicinales y terapéuticos. Este sector presenta enormes posibilidades de desarrollo pero los agentes privados se encuentran con la situación de que si invierten en investigar las formas de aplicación al respecto, cuando encuentren la adecuada pueden ser fácilmente replicados por otros actores que no invirtieron en la investigación inicial. Es decir, no pueden "internalizar" plenamente los beneficios de su inversión, con lo cual la inversión privada aquí es prácticamente nula a pesar de los enormes beneficios económicos y sociales que dicho proyecto generaría para la sociedad.

Por eso  el avance registrado en el número de complejos termales, la necesidad de contar con una legislación y un marco adecuado para esas inversiones, la importancia de trabajar en una estrategia de desarrollo y crecimiento desde el punto de vista turístico (externalidad positiva), el valor de aumentar el conocimiento científico sobre el recurso (externalidad positiva) y evitar cualquier posibilidad de contaminación (externalidad negativa), hicieron que en los últimos años sea nuevamente de interés de la gestión provincial, modernizar la normativa relacionada a la regulación del producto en sus distintas facetas.