La adjudicación fue resuelta por la comuna luego de que el Concejo Deliberante decidiera que tal determinación era exclusiva responsabilidad del intendente municipal.

La secretaría de Gobierno de la comuna se encuentra abocada a la confección del contrato de concesión de la terminal de ómnibus a la empresa Terminal Buenos Aires SA (TEBA), que podría ser refrendado en las primeras semanas de 2010.

"A pesar del tiempo transcurrido, nada ha cambiado formalmente, por lo que estamos siguiendo los procedimientos habituales para la confección de la documentación y posterior entrega de la administración a TEBA", señaló Ramiro Villalba, titular de esa cartera. 

A partir de asumir esta responsabilidad, TEBA pagará al municipio un canon mensual de 6.000 pesos, ajustable anualmente durante los seis años de concesión, quedando bajo su órbita 32 boleterías, 36 locales comerciales -hoy desocupados-, el sector gastronómico -en operatividad-, la playa de estacionamiento y la publicidad del complejo, además de las tareas de limpieza, seguridad y mantenimiento del edificio.

De acuerdo con las cifras suministradas desde la propia secretaria de Economía y Hacienda, la Municipalidad destina hoy 240.000 pesos mensuales al sostenimiento de esas instalaciones.

Una elección controvertida

La adjudicación de la administración de la nueva terminal de ómnibus San Francisco de Asís en favor de TEBA fue resuelta por la comuna, luego de que el Concejo Deliberante decidiera que tal determinación era exclusiva responsabilidad del intendente municipal.

De esta manera, se puso punto final a una discusión que llevaba más de seis meses, después que el dictamen por mayoría de las comisión evaluadora de las tres ofertas presentadas en la licitación, considerara la propuesta de TEBA como la "más adecuada", en virtud de sus antecedentes y el compromiso de gastos y servicios complementarios ofrecidos.

La elección de TEBA SA, actual concesionaria de las terminales de Retiro, Mar del Plata, Lomas de Zamora, Once, La Plata y Lomas de Zamora, fue cuestionada por los ediles opositores, basados en el informe elaborado, en 2003, por la Auditoría General de la Nación.

Ese escrito denunció numerosos incumplimientos de la empresa en el contrato de la terminal de Retiro, que se extiende hasta 2015, incluida una deuda de 42 millones de pesos por falta de pago del canon mensual.

La segunda polémica se suscitó cuando el Ejecutivo envió el decreto firmado por Cristian Breitenstein al CD, para que fuera aprobada la adjudicación.

Comenzó entonces un proceso en el que los concejales no acordaban si la terminal de ómnibus conformaba un servicio público, en cuyo caso su adjudicación debe ser avalada por ese cuerpo, o si, por el contrario, se trata de un bien público, cuya administración corresponde sea definida por el jefe comunal.

Consultada la Asesoría Letrada de la Provincia, en opinión no vinculante, se inclinó por la segunda alternativa y ante esa sugerencia, el CD devolvió finalmente el expediente al Ejecutivo, sin emitir opinión alguna.

"La comisión de Asuntos Legales del CD decidió que con la autorización del llamado a licitación ya estaba definida su participación", señaló Fabián Lliteras, presidente del bloque oficialista y titular de la mencionada comisión.

¿Aumentará el "toque de dársena"?

La reciente inauguración de la terminal de ómnibus de Mar del Plata, concesionada también a TEBA SA, resultó por demás escandalosa, luego de que la citada empresa decidiera modificar, de manera abrupta, el costo del denominado "toque de dársena", precio que las compañías de ómnibus pagan cada vez que entran o salen de la estación.

La polémica se suscitó cuando TEBA fijó ese canon en 25 pesos, monto considerablemente superior a los 3,80 pesos que las compañías abonaban en el anterior edificio.

El hecho generó la reacción de las principales empresas transportistas de pasajeros, que decidieron no ingresar a la terminal, haciendo descender a los pasajeros en la vereda, al tiempo de presentar un recurso de amparo ante la que consideraban como una medida "abusiva".

Como el aumento iba irremediablemente a ser trasladado al valor de los pasajes, la Municipalidad terminó terciando en el diferendo, abriéndose un compás de espera sobre la cuestión.

En Bahía Blanca, las empresas pagan 1,50 pesos por el uso de las dársenas, un valor que se ubica por debajo del promedio de otras terminales, donde se cobra entre 4 y 8 pesos.