La primera sesión de la nueva Legislatura, tras el recambio parlamentario, no logró reunir ayer el quorum necesario a raíz de las diferencias entre los diversos bloques para definir las nuevas autoridades y composición de las Comisiones Permanentes de Asesoramiento.

Si bien los legisladores fueron convocados a las 15 para la sesión extraordinaria, cerca de las 17 fuentes parlamentarias informaron que no iba a realizarse y que, posiblemente, se haría el martes próximo a instancias del avance en las negociaciones por las comisiones.

De acuerdo al actual reglamente interno, la Legislatura cuenta con 23 comisiones y dos juntas -la de Etica y de Interpretación y Reglamento-, pero los bloques acordaron incrementar esa cifra con el propósito de saldar las diferencias.

Sin embargo, el consenso aún no fue posible, por lo que persistía la puja entre los nuevos legisladores por obtener comisiones clave, lo que motivó la caída de la sesión.

La manzana de la mayor discordia parece ser la nueva Comisión de seguimiento a los organismos de control. De hecho, el legislador Martín Hourest denunció que "el macrismo no quiere que la oposición monitoree a los organismos de control" al impedir "que se constituya la comisión de Seguimiento de los Organismos de Control y que esa dependencia sea presidida por un representante de la oposición".

Los bloques de oposición Igualdad Social, Proyecto Sur, Diálogo por Buenos Aires y Nueva Izquierda de Patricia Walsh, firmaron una declaración exigiendo transparencia. En ella explicaron que "Pretendemos más y mejor control parlamentario de la oposición sobre las cuentas y las políticas públicas para evitar el despilfarro, los sobreprecios, el desvío de fondos, la su-bejecuciónpresupuestariayla reducción de gastos sociales". Y argumentaron que así como "en el Congreso Nacional donde la oposición reclama el control sobre las cuentas y los organismos de control, (en) la Legislatura de la Ciudad debe asumir su papel".