Río Negro.- Declaraciones del legislador de Redes Viedma. "Estamos realmente perplejos por lo que está pasando en el Ministerio de Educación, no sólo porque ha emergido a la luz un modo de operar que es ilegal, sino además porque se ha salido a defenderlo en nombre de los principios republicanos, del derecho constitucional, de las instituciones. Es como defender la mentira en nombre de la verdad, una aberración que se encuentra en el más decadente orden de la infamia", destacó el legislador de Redes sobre la investigación del Tribunal de Cuentas de la provincia por la realización de cuatro obras en Allen.

Eso se llama pisotear la ley, las instituciones, bastardear la política. Resulta que ahora detectar irregularidades y solicitar auditorías de actos que a la vista de cualquier vecino están viciados de corrupción, es soslayar el principio de la división de poderes. Afirmar semejante disparate es de una hipocresía ilimitada.

Es una vergüenza institucional que surjan voces defendiendo lo indefendible, lo cual muestra el nivel de enquistamiento de la impunidad, porque de hecho hacen una defensa impune, cambiando absolutamente el sentido de los principios que enuncian.

Y como no les alcanza con pisotear las instituciones y confundir a la gente nos agravian, mandando a sus palaciegos a poner la cara y a declamar los principios que avasallan sistemáticamente.

Nosotros desde el 2004 venimos solicitando auditorías de este tipo con pedidos de informes (ver Exptes. 15 y 16/2004) y en ese momento nadie puso el grito en el cielo como ahora. Por eso afirmamos que saltan no porque les interese tanto las instituciones como tratan de mentir a la ciudadanía, sino por todo lo que ha salido a la luz y porque están ocultando hechos de suma gravedad. Por otra parte, el Tribunal de Cuentas rechazó la impugnación del Ministerio y solicitó los expedientes nuevamente, es decir convalidó el trámite.

En vez de declamar su respeto a las normas el Sr. Barbeito debería responder y explicar a la ciudadanía qué significa ordenar que se hagan obras sin respetar los procedimientos de la ley de Obras públicas (licitaciones, concursos de precios) y, para peor, no pagarle a las empresas.

La preocupación de Barbeito y sus defensoras no hace otra cosa que confirmar nuestras sospechas de que existen hechos de corrupción que lo tendrían como protagonista, y que existe un modus operandi que no están dispuestos a cambiar.

Hemos evitado caer en el facilismo del impacto publicitario de una denuncia penal, eligiendo el prudente camino de concurrir previamente a los organismos de control de la Constitución, aunque a esta altura de los acontecimientos y ante la sumatoria de irregularidades comprobadas analizar los elementos que ya tenemos en carpeta y promover un juicio político, es seguramente el camino que se impone, y no sólo para el ministro Barbeito, finaliza un escrito difundido por el bloque de Redes.