La deuda pública creció $ 171 millones durante 2008. Así lo detalla el informe sobre la Cuenta de Inversión de ese año elaborado por al Tribunal de Cuentas. En concreto, el pasivo provincial pasó de $ 4.268 millones en enero a $ 4.439 millones en diciembre. En rigor, el endeudamiento no fue mayor gracias a los $ 420 millones para amortización que la provincia consiguió mediante el Plan de Asistencia Financiera (PAF) de la Nación. Durante 2008 se pagaron intereses por $ 123 millones.

La afectación presupuestaria también aumentó. Pasó del 31,9% en el primer bimestre de ese año al 45,3% en el último bimestre. El Gobierno central es el principal acreedor.

Fortalezas y desfases

El ente de contralor dedicó una parte de su estudio a determinar la propensión al ahorro por parte del Estado, considerando específicamente los ingresos corrientes y los gastos corrientes.

En ese contexto, se consigna que el año pasado hubo un ahorro de $ 123 millones. Esto surge de restar los $ 4.725 millones de gastos corrientes a los $ 4.848 millones de recursos corrientes.

"Vemos que en el ejercicio 2008 hubo capacidad de ahorro. (...) Es un buen indicador de fortaleza en lo que a las cuentas públicas se refiere", afirman los auditores.

Ahora bien, el total de recursos de capital (son ingresos adicionales por créditos, rentabilidad por inversiones financieras, excedentes del año fiscal que se generan al restarle a los ingresos los gastos del período, entre otras) fue de $ 541 millones, mientras que los gastos de capital fueron de $ 814 millones, lo que da una diferencia negativa de $ 273 millones, siempre según el informe. 

Si a esa cifra se restan los $ 123 millones ahorrados, surge que durante 2008 hubo una necesidad de financiamiento de $ 150 millones para afrontar toda la inversión del período.