SU TITULAR, CARLOS PACIOS, SE REFUGIA EN EL PERFIL TÉCNICO Y ESPERA INSTRUCCIONES: Había prometido ofensiva fiscalizadora en 40 firmas, pero la frenó después de las elecciones. El contexto político e interno no la favorecen. Su titular viene del "albertismo"


El ímpetu fiscalizador de la Sigen sobre empresas donde el Estado es accionista, parece haber terminado con las elecciones del 28 de junio. A principios de ese mes, cuando fue nombrada como síndica general adjunta Belén Franchini, y se desempolvó la Ley 24.156, de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional, el titular del organismo, Carlos Pacios, pensaba nombrar síndicos en un universo de 40 empresas, donde el Estado heredó acciones tras estatizar las AFJP.


Más de un mes y medio después, con el kirchnerismo derrotado en las urnas, todavía la Sigen no hizo uso del artículo 114 de la Ley 24.156, en el cual se establece que el Poder Ejecutivo Nacional podrá designar síndicos "por el capital estatal en empresas y sociedades en que el Estado nacional (...) tenga participación igualitaria o minoritaria". Para algunos juristas, esto igualmente no permitía la injerencia estatal; pero la opinión mayoritaria era que todo dependía básicamente de la relación de fuerzas entre Estado y empresas.


Además del contexto político, el interno de la Sigen tampoco es propicio para su máximo dinamismo. Por un lado, se tomó licencia la anterior síndica general adjunta, Valeria Loira, por embarazo. Loira era asesora de Cristina Fernández de Kirchner cuando la actual presidenta se desempeñaba como senadora. Su virtual reemplazo por Franchini, sugerida por ella, fue tomado como señal política de no querer debilitar el organismo.


Pero el titular de la Sigen, Carlos Pacios, carga con el difícil rótulo de haber sido promovido por Julio Vitobello, hombre ligado a Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete y actual crítico del oficialismo. Además, Vitobello es el titular de la Oficina Anticorrupción, desde donde se difundió la polémica declaración jurada del enriquecido patrimonio de Kirchner.


"Pacios no es muy político, un perfil que en este momento le juega en contra. Si fuera un político sin gran conocimiento de la auditoría no tendría mayores problemas, ya que el personal de la Sigen es muy calificado", contó a El Cronista una fuente de Casa de Gobierno.


Cerca de Pacios, en tanto, desestiman la hipótesis de una inacción elegida. "A Carlos no le importan las especulaciones políticas, hace su trabajo y punto. A diferencia de sus sucesores (Rafael) Bielsa, (Claudio) Moroni y (Julio) Vitobello; fue director en varias empresas. Para nombrar más síndicos en empresas donde el Estado es accionista, necesita que le llegue una orden política. Por ahora no es el caso", explican.