Publicado: 22-08-2016

Santa Fe.- El flamante titular de la Auditoría General de la Nación sostuvo en ese sentido que si en los procesos de eseórgano de control surgen evidencias de delitos, éstos deben ser denunciados a la Justicia".

En una entrevista publicada hoy por el diario La Nación, Oscar Lamberto, quien remplaza al renunciante Ricardo Echegaray, descartó la posibilidad de auditar ya la gestión de Cambiemos porque "no es una decisión de la auditoría, sino de la Constitución". "El modelo de control posterior es el mejor. Porque no impide que los funcionarios gestionen, pero no los exime de rendir cuentas", explicó. Consultado sobre si el énfasis de la AGN estará puesto en el control de la corrupción, el ex legislador e integrante del organismo entre 2007 y 2015 dijo que "el objetivo de la auditoría está por encima de eso". 

"Si en los procesos de auditoría surgen evidencias de delitos, éstos deben ser denunciados a la Justicia. Pero el objetivo es que el Estado funcione mejor", agregó. En términos políticos, el dirigente elegido por el Partido Justicialista para ocupar la titularidad de la AGN, que le corresponde al principal partido de oposición, dijo no haber sido kirchnerista aunque reconoció "muchas cosas buenas que hizo el gobierno anterior, sobre todo el de Néstor Kirchner", pero sentenció: "El último jefe que tuve, el general Perón, se murió hace unos cuantos años". Respecto de si en el gobierno anterior existieron casos de corrupción aislados o fueron parte de una corrupción generalizada, Lamberto evitó asegurar que se tratara de "una cuestión general" aunque "sí había algunos problemas que se repitieron", y puso como ejemplo a "los subsidios al transporte" cuyo resultado "fue que los trenes terminaron chocando". "Es muy difícil que en la estructura del Estado una persona pueda tomar decisiones por sí sola y que nadie al lado lo sepa. Un expediente lleva un montón de firmas.

Hay controles cruzados", añadió. En ese sentido, calificó a la detención de madrugada del ex secretario de Obras Públicas José López con casi 9 millones de dólares en efectivo en varios bolsos como una "imagen muy traumática" y "un ícono, como Herminio Iglesias quemando el cajón en la 9 de Julio". "Hay que superarlo con buenas acciones, demostrar que no es la generalidad", señaló.