Argentina: 14-11-2010
 
Dr. Hugo B. Quintana, Presidente Fundación Éforo

Los silbidos, cuando un equipo de fútbol viene realizando una mala campaña, suelen recaer en aquellos jugadores de los que se espera más, los más talentosos. Pero, pasado el tiempo o los campeonatos, el hincha suele revalorizar a aquél que, por momentos, le dio alguna alegría.

En la política, con diferencias, ocurre algo similar.

Se escuchaban voces argentinas en 2001 pidiéndoles a los políticos que se fueran todos. También, en cualquier encuesta puede leerse que los políticos se encuentran en el final de valoración por parte de la ciudadanía.

Pero las dos movilizaciones que han congregado mayor cantidad de gente en estos últimos años fueron producto de la despedida a dos políticos, ambos ex presidentes de la Nación, Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner.

Y así, como en cuestiones de fútbol el concurrente a una cancha sabe que los silbidos e insultos que se escuchan en contra de los hábiles salen de minorías, en cuestiones de Estado debemos reconocer que la mayoría de los argentinos sabemos que las soluciones a tantos problemas siguen estando, y deben estar, en manos de la política.

Tal vez se estén acercando los tiempos que en lugar de decir "que se vayan todos", nos comprometamos a actuar para que "lleguemos todos".