La respuesta no pudo ser más desoladora. Apenas tres manos se levantaron de entre un millar de alumnos de cuarto año de colegios públicos y privados cuando el coordinador formuló la pregunta acerca de si creían que había políticos honestos y trabajadores. Ocurrió el martes en el salón de actos del colegio porteño San José, en ocasión del lanzamiento de una nueva edición del programa Escuela de Vecinos, que desde 2006 busca crear entre los jóvenes un mayor deseo de participación para la superación de problemas que los afectan, a través de un ejercicio más pleno de la democracia.

Con ese fin, los chicos que participan de la edición anterior del programa eligen por votación dos temas que los participantes del siguiente año deben investigar y debatir con expertos y autoridades con vistas a la conformación de un diagnóstico y de propuestas que, finalmente, son presentadas en la Legislatura.

Esas propuestas suelen ser, entonces, el germen de nuevas leyes o referencias para los debates legislativos. Para este año, el
tema más votado fue, de lejos, la inseguridad (75%) ­una cuestión que afecta cada vez más a los colegios­, seguido la cuestión de los trastornos alimenticios.

"Hay que interesarse, involucrarse, hacer aportes ante a los problemas de la Ciudad que nos afectan", repetía el coordinador del programa, el profesor José María Del Corral, buscando motivar a los chicos de cara a la tarea que les espera en los próximos tres meses.

Otro tanto hicieron una serie de dirigentes. Entre ellos, la ministra de Desarrollo Social del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal. Y el dirigente de la Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC), Federico Recagno, que no recogió durante el encuentro una mejor opinión de los chicos sobre los sindicalistas.

La Escuela de Vecinos ­de la que este año participaran 1.400 alumnos de 70 escuelas­ está organizada por la Vicaría de la Educación del arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires y la Fundación Eforo, con el auspicio de la Fundación Noble.