Publicado: 10-08-08

ESPERADAS EXPLICACIONES. El secretario de Minería de la provincia, José Sinner, podría hablar no sólo del polémico evento, también lo podría hacer sobre la política que el gobierno diagramó para esta pujante actividad económica

El secretario de Minería, José Sinner, aseguró que responderá a la convocatoria de la Cámara de Diputados y asistirá este miércoles a la Legislatura para dar explicaciones acerca de la Norminera, feria organizada por una empresa privada que tuvo la fortuna de que el Estado le cediera gratis el Predio Ferial y le brindara "apoyo logístico" oficial para concretar su negocio.

Será, si el funcionario cumple, una buena oportunidad para abrir el debate sobre la minería hacia otros carriles.

Los diputados podrían aprovechar la presencia de Sinner para interrogarlo también sobre cuestiones vinculadas a las regalías, la inversión pública de los recursos mineros, los perjuicios económicos que Catamarca sufre por las retenciones aplicadas a las exportaciones del sector y las gestiones realizadas para revertirlos y los motivos por los que las rendiciones del área ante el Tribunal de Cuentas están tan atrasadas, entre otras cosas.

Aunque la oposición tenga una patológica vocación por deslizarse hacia los escándalos, no se trata tan sólo, como piensa el presidente del bloque de diputados del oficialismo, Pablo Millán, de la posibilidad de "montar un circo" a costillas de Sinner. Tal alternativa siempre está latente pero, en última instancia, termina perjudicando políticamente a los propios opositores. La cuestión puede ser analizada, en cambio, como una posibilidad para que el secretario de Minería se luzca y demuestre que no está en la poltrona exclusivamente para calentarla.

Podría Sinner dar cátedra en vivo y en directo, sin mediación alguna. Y defender, no ya la organización de la Norminera para aventar las sospechas de eventuales pirateadas, sino la política minera general del Gobierno, cuestionada desde diferentes ángulos que van de lo ambiental a lo económico. Estará ansioso por aplicar su indudable aunque todavía no demostrado talento a la exposición del potencial de la minería como motor de un desarrollo genuino y fuente de recursos financieros para el progreso de los catamarqueños.

Al parecer, el escéptico Millán no confía en que el funcionario esté a la altura de la tarea. Sin embargo, en una actitud que lo enaltece, Sinner recogió el guante del atrevido desafío opositor y se someterá con coraje al interrogatorio. Como para que el pueblo sepa del calibre de las espadas gubernamentales, ya probado en lejanos parajes, con viáticos a cargo del erario.

Gastos

Es dificultoso determinar cuál ha sido el beneficio para la Provincia arrojado por la Norminera. Resultan demasiado intangibles, aunque los esfuerzos por convertir el evento en un éxito como suele ser la Expolivo -organizada por el Estado- fueron tan insistentes como infructuosos.

Más concretos son los gastos que la Secretaría de Minería no rinde al Tribunal de Cuentas desde junio de 2007. El organismo de fiscalización intimará para que las rendiciones se pongan al día.

Existe una particular curiosidad en distintos sectores por conocer las características y detalles de las erogaciones ejecutadas, por ejemplo, en un promocionado viaje que Sinner realizó a Australia en la segunda mitad del año pasado, como integrante de la comitiva itinerante gubernamental.

Pero al margen de las bondades económicas y gastronómicas del país de los canguros, Sinner anunció al regresar de Australia probables inversiones y visitas de financistas que, hasta ahora, no se han concretado.

Los interrogantes sobre los gastos de Minería en la turística oportunidad podrían sumarse a los que se formulen acerca de las retenciones aplicadas por la Nación a las exportaciones mineras y la marcha de las gestiones para revertir o al menos atenuar su impacto negativo sobre las finanzas provinciales. Y también, por supuesto, lo que se hace en materia ambiental.

Una caja de millones

En realidad, la inquietud acerca de la Norminera detona un debate más profundo, que es de esperar se exponga en la Legislatura: el modo en que se gasta el dinero proveniente de la minería.

Persisten en este sentido fundados cuestionamientos por cómo se dilapidan los millones de pesos que ingresan por regalías y utilidades de la empresa Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD).

Que la propia Secretaría de Minería no esté al día en el Tribunal de Cuentas constituye, en principio, una circunstancia reprobable. Es nada menos que la repartición desde donde se ejecutan las políticas para la actividad que mayores recursos aporta al erario provincial. Y su titular, el secretario Sinner, se reporta directamente al Gobernador, sin intermediación de ministro alguno.

De ahí el nerviosismo oficial. Nunca se sabe cuánta información podrían manejar los opositores. Al no existir rendiciones al día, los oficialistas desconocen qué es lo que ocurre en la Secretaría de Sinner. Tienen que defenderlo a ciegas.

La Norminera alertó sobre la posibilidad de que más dinero se esté gastando en cuestiones por el estilo. Incluso hay versiones de que los organizadores de la controvertida feria habrían recibido algo más que "apoyo logístico".

Para el FCS, la interpelación a Sinner reedita el episodio de la ex secretaria de Desarrollo Social, Marta Torres de Mansilla, a la que se protegió con uñas y dientes hasta que el escándalo de los chanchos la hizo insostenible.

Acaso el secretario de Minería tenga más cintura. Por lo pronto, hay mucha tela para cortar en materia minera.

Sin control

Hace dos años, el Tribunal de Cuentas advirtió a las autoridades de Minería y de la Provincia sobre una serie de falencias en el sistema que dificultaban el control y la administración de los recursos mineros y las instó a adoptar las medidas correctivas necesarias.

La resolución 859/06, firmada por el presidente del TC, Mardonio Díaz Martínez, y los vocales Laura Corletti de Miranda y Víctor Villarroel, consignaba que, pese a que la ley de creación del Fondo de Fomento Minero establece los diferentes recursos que lo componen, éstos no se habían considerado presupuestariamente, "situación que dificulta el control, ya que no se puede precisar la correcta composición del Fondo, determinar posibles desvíos y corregir las estimaciones".

Cuestionaba además que el monto de lo que ingresa por regalías mineras "está sujeto a la confianza que el Estado deposita en las mineras, ya que las declaraciones juradas que las empresas presentan no están sujetas a control alguno, resultando materialmente imposible que una sola persona tenga esa responsabilidad; por lo tanto, no puede afirmarse que lo ingresado en concepto de regalías mineras sea lo que realmente deba ingresar".

Los integrantes del TC resaltaban "el carácter de agotables y no renovables de los bienes que producen los recursos provenientes de la actividad minera" e intimaban a las autoridades a establecer un sistema de control que permita "medir con un mayor grado de confiabilidad los resultados, es decir, un sistema de auditoría interna interdisciplinaria de los recursos públicos".

Se desconoce qué respuesta tuvo este requerimiento del TC, que anticipó el inicio de sumarios de responsabilidad en caso de incumplimiento. Sí se sabe, en cambio, que el TC investigará la Norminera.

Mientras se esperan detalles, Sinner estará el miércoles en la Cámara de Diputados. Quizás pueda allí darle un corte a las sospechas que sobrevuelan su área.

Podría Sinner defender no ya la organización de la Norminera, sino la política minera general del Gobierno. Estará ansioso por aplicar su indudable aunque todavía no demostrado talento a la exposición del potencial de la minería como motor de un desarrollo genuino.

Hace dos años, el Tribunal de Cuentas advirtió a las autoridades de Minería sobre una serie de falencias en el sistema que dificultaban el control y la administración de los recursos mineros y las instó a adoptar las medidas correctivas necesarias. Se desconoce qué ocurrió.