Los gobiernos nacional, bonaerense y porteño deben presentar hoy ante la Corte Suprema un informe sobre el avance del plan de saneamiento del Riachuelo, en respuesta al plazo impuesto desde la máxima instancia judicial hace 21 meses. 

Hoy, la realidad parece indicar que buena parte de lo que dispuso el superior tribunal para poner en marcha el proceso que vuelva a hacer del Riachuelo un río no se ha cumplido en tiempo y forma. Por eso, la Corte podría multar a los funcionarios a cargo operativamente de las acciones de limpieza del curso de agua más contaminado de la Argentina. 

El informe de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), el órgano ejecutor de la limpieza, debe explicar la razón de las demoras en el cumplimiento de los plazos previstos por la Corte. Por qué, por ejemplo, sólo se controló el 20% de las industrias que funcionan en la cuenca; qué sucedió con el plan de eliminación de los 171 basurales que minan a diario a los 5 millones de personas que habitan allí; cuándo se mudarán las empresas del Polo Petroquímico de Dock Sud, y cuándo se trabajará con la población con problemas de salud por la contaminación. 

"La Corte sabe que ha habido excesivas demoras en el cumplimiento del Plan Integral de Saneamiento Ambiental [PISA]", dijo Anselmo Sella, defensor adjunto del pueblo de la Nación, integrante del cuerpo colegiado que debe controlar que se cumpla la sentencia. 

"El informe se basa fundamentalmente en el análisis del nuevo PISA, de enero. Es un ordenamiento de todas las medidas que la Acumar presentó un año y medio tarde", explicó Sella. 

En él figuran las obras hidráulicas programadas y aquellas acciones relacionadas tanto con la identificación de las personas afectadas por la contaminación como con el ordenamiento territorial, especialmente la urbanización o reubicación de quienes viven en villas. 

"Parte de las mandas de la Corte están incumplidas y los plazos, vencidos. El saneamiento no es sólo obra pública; se debe dejar de contaminar. La cuestión de la salud de la población es la gran falencia que tiene este plan. Seguimos sin saber cuáles son los grupos vulnerables", dijo Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). 

Sólo palabras 

Por ahora, en la Acumar sólo hay diagnósticos generales. Y no son promisorios: según el Ministerio de Salud de la Nación, el 96,4% de la población de la cuenca está expuesta a una amenaza de riesgo ambiental que se traduce en tasas de mortalidad general e infantil que superan la media del país. Predominan los problemas gastrointestinales (33,3%) y respiratorios (26%). Y en las comunas porteñas del área de la cuenca se detectaron "tasas de mortalidad mayores, especialmente en las enfermedades del sistema circulatorio, tumores, aparato respiratorio, enfermedades, infecciones y causas externas", según un relevamiento de 2007. 

El Juzgado Federal de La Plata tiene una causa por la atención de la salud de 250 habitantes de Isla Maciel, en Avellaneda. "La Acumar debía contestar en noviembre, y nada. No existe decisión política", dijo Hugo Quintana, de la Asociación del Personal de Organismos de Control y patrocinante de los vecinos. La Acumar fue multada con $ 2000 por cada día de incumplimiento en presentar los informes y el detalle de las personas que deben ser atendidas. Apeló. 

"El saneamiento del Riachuelo insumirá 23.801 millones de pesos hasta 2024; se llevan invertidos 3114 millones desde 2006 y para este año se prevé destinar 4427 millones", dijo Homero Bibiloni, secretario de Ambiente de la Nación. 

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sostuvo: "En los últimos 12 meses se hicieron muchas más obras por el mejoramiento del Riachuelo que en los últimos 50 años. La realidad son los 5 millones de hermanos que viven sin cloacas y ahí está el Gobierno trabajando para la construcción de la cloaca para resolver definitivamente este problema". 

Un crédito del Banco Mundial traerá US$ 840 millones para esas obras, que serán manejados, en su mayor parte, por De Vido. Pero las obras no podrán comenzar hasta que se liberen las márgenes del Riachuelo, donde hay miles de personas asentadas.