Los auditores peronistas le cuestionaron que algunos de esos informes reservados se hubieran filtrado a la prensa antes que el organismo los hubiera aprobado. Todo terminó en una guerra por limitar el control que Despouy tiene de la AGN.

Ahora se sumó otro conflicto: un extraño virus informático atacó todas la computadoras de la Auditoría dejándola paralizada durante un mes.

El sistema del organismo, que obviamente no estaba bien protegido contra hackers y virus, quedó prácticamente borrado y fuera de operaciones. El daño fue más allá que borrar archivos: directamente bloqueó el sistema operativo de las máquinas.

El pánico atacó inmediatamente a toda la Auditoría. Recién después de haber reprogramado todo el sistema -sin que aún se sepa el origen del ataque informático- se comprobó que los archivos donde se guardan los informes e investigaciones en preparación estaban en casi todos los casos salvados.

Pero una duda recorre aún los pasillos de la AGN. Todos saben que el organismo tiene en preparación un informe sobre el estado actual de la deuda argentina. Los resultados de ese trabajo indicarían que, como se sabe, si bien el nivel de deuda no ha bajado, sino todo lo contrario, el aislamiento del país del resto del mundo la ha concentrado en tenedores locales, en pesos y con títulos que se rigen bajo legislación local. Sólo el relato de la situación, dicen en la AGN, es una tentación a tomar soluciones riesgosas.

Ahora el resultado de esa investigación se demorará, por lo menos, hasta después de las elecciones.