Medicamentos falsos: La AGN también revisará la Superintendencia de Servicios de Salud

Tres meses y medio después de haber recibido la primera alerta por e-mail de un empresario farmacéutico sobre irregularidades en el área de la salud y aportes a la campaña presidencial de Cristina Kirchner, la Auditoría General de la Nación (AGN) resolvió ayer que iniciará "a la mayor brevedad" dos revisiones del sector. 

Las auditorías "de gestión" se concentrarán en la cuestionada Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y en la Administración de Programas Especiales (APE). Esas son las áreas de la administración pública controladas por los funcionarios Héctor Capaccioli, Néstor Vázquez, Fernando Scopinaro, hoy investigados por la justicia federal, y vinculados a una trama que incluye a empresarios como Néstor Lorenzo, y sindicalistas como Juan José Zanola. 

Por medio de un comunicado oficial, la AGN también procuró limpiar su propia imagen, al aclarar que uno de sus auditores designados por el oficialismo, Francisco Javier Fernández, cumplió "acabadamente en tiempo y forma con las prácticas administrativas internas". 

"En un todo a derecho" 

La inusual aclaración responde a la controversia que dividió las aguas dentro de la AGN desde que Fernández recibió varios e-mails del empresario Gabriel Brito a mediados de junio. En esos correos, el dueño de Global Pharmacy Service denunció que desde el Frente para la Victoria (FPV) usaron su nombre para un aporte por $ 310.000 que no salió de su droguería. 

Más aún, le pidió una auditoría a Fernández sobre la Obra Social de la Bancaria, de Zanola, y hasta pareció lanzar una amenaza: "No se encuentra ante un loco que no sabe cómo actuar". 
Fernández pasó los e-mails al secretario legal e institucional de la AGN, Agustín Zbar, que inició el trámite formal de un expediente que se demoró tres meses. 

Cuando trascendieron esos e-mails a la prensa, en pleno escándalo por la "mafia de los medicamentos truchos", Fernández deslindó toda responsabilidad en Zbar. Ante la consulta de LA NACION, afirmó incluso que reclamaría su renuncia al resto de los miembros del Colegio de Auditores Generales por el "retraso" en su tramitación. 

En la sesión de ayer, sin embargo, Fernández no pidió de manera formal la salida de Zbar, que anteayer sostuvo a LA NACION que el auditor "conoció y consintió todo lo actuado" y que "estuvo al tanto de cada paso que se dio". 

Así, el conflicto dentro de la AGN concluyó con una posición intermedia: se iniciarán auditorías sobre la Superintendencia y la APE, Fernández obtuvo el respaldo de sus colegas de que actuó "en un todo a derecho" y Zbar, que responde al sector antagónico al auditor, conservó su puesto.