El Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad hizo un “uso discrecional” de su presupuesto
Lo dijo un informe de la Auditoría porteña, que señala que en 2007 todos los gastos de la dependencia, incluidos sueldos y cargas sociales, se hicieron en concepto de “transferencias”, y no se usaron las partidas distribuidas desde el Gobierno local. Además, no se especifica el destino de la recaudación, que en el período analizado superó los $ 124 millones.
Según un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), durante 2007 el Instituto de Juegos de Apuestas porteño hizo un “uso discrecional” de su partida presupuestaria.
Es que ese año la dependencia no ejecutó sus fondos “respetando” la distribución dispuesta por la Administración del Gobierno de la Ciudad. De hecho, el presupuesto 2007 del Instituto incluía $ 2.298.790 en concepto de inciso 1 “gastos en personal”, pero la AGCBA dice que el monto “finalmente no fue utilizado” y agrega que “todos los gastos realizados, incluyendo sueldos y cargas sociales, se pagaron con fondos asignados para el inciso 5 ‘Transferencias’”. Los gastos devengados del ente en 2007 ascendieron a $ 7.757.993.
El informe añade que este uso de la partida correspondiente para el Instituto implica un “incumplimiento de las normas establecidas”.
Por otra parte, en el mismo trabajo, elaborado sobre datos de 2007 y aprobado este año, la Auditoría señala que aunque el Instituto publica trimestralmente en el Boletín Oficial la recaudación percibida por la Ciudad por cada tipo de juego, “no especifica el destino de los fondos recaudados”, vulnerando lo establecido por la Ley 538 que regula todo lo que se refiere a las actividades lúdicas de apuestas.
Y, pese a que en la actualidad “el Instituto no tiene a su cargo el manejo de los fondos, la falta de difusión genera un incumplimiento parcial de las normas”, determinó la AGCBA.
A su vez, la Auditoría señaló que el Departamento de Verificaciones del organismo, encargado de controlar la legalidad de los locales lúdicos, no ejecutó las fiscalizaciones según las pautas de distribución trimestral que tenía planificadas, ya que “no cumplieron (esas) tareas durante noviembre y diciembre” del período analizado.
Es que el Instituto estimó que para el último trimestre de 2007 practicaría 1.200 controles y, al superar ese número con 4 mil verificaciones realizadas, decidió interrumpir el trabajo durante los últimos meses del año.
Asimismo, la AGCBA señaló que el Departamento de Verificaciones del Instituto “desarrolla sus tareas en base a un Manual de Procedimientos que no está aprobado formalmente por Resolución" del ente.
Este Departamento depende la Dirección Ejecutiva de Juegos y Mercadotecnia, como así también, y a partir de diciembre de 2007, el Departamento de Prevención y Orientación en Ludopatía. Anteriormente el sector de detección y prevención dependía directamente de la Presidencia del Instituto.
La Auditoría define que “el juego compulsivo es un trastorno de conducta considerado una enfermedad, que incide en los frenos inhibitorios de la persona”, y que para asistir a la comunidad en estos casos “se necesita de campañas publicitarias continuas y de amplia difusión para lograr sus objetivos”.
Sin embargo, la AGCBA constató que desde el Departamento de Prevención “no se efectuaron campañas publicitarias relacionadas con el juego compulsivo durante el segundo semestre del año 2007”.
Esta circunstancia produjo una “disminución significativa de la utilización de la línea (telefónica) 0-800”, que informa y ayuda a quienes sufren de esta patología. Entre septiembre y diciembre el servicio telefónico “sólo recibió 46 llamados de los 215 registrados en el año”.
“Si bien el Instituto aplica un programa de asistencia al ludópata, dichos procedimientos no se hallan formalizados”, explicó la Auditoría, y agregó que esta situación “dificulta la delimitación de responsabilidades, generando debilidades en el control de las tareas realizadas”.
El Instituto de Juegos de Apuestas tiene a su cargo la organización, administración, reglamentación, explotación, recaudación y control de todos los juegos de azar de la Ciudad de Buenos Aires. Fue creado mediante la Ley 916 de 2002, que, además, establecía la celebración de un convenio con la Lotería Nacional. El acuerdo se firmó al año siguiente a fin de convenir los términos inherentes a la participación de cada una de las jurisdicciones a las que representan, sobre el dinero derivado de la comercialización de juegos de azar, destreza y apuestas dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Y se aprobó por la Ley 1182.
El informe explica que “si bien se identificaron procedimientos y controles razonablemente diseñados para promover la eficiencia y eficacia de las operaciones relacionadas con la aplicación del Convenio Ley 1.182, el control de los ingresos por aplicación (se hace con) un manual de procedimientos del 2004”, que “no está actualizado”.
Para la Auditoría, esta situación “debilita el sistema de control interno”, más aún teniendo en cuenta que durante 2007 el Instituto percibió $ 124.625.405 por los juegos contemplados en la Ley 1.182.