En un municipio de Salta no se sabe cómo ejecutan el presupuesto desde 2004
La Auditoría provincial se abstuvo de opinar sobre situación financiera de Colonia Santa Rosa porque la comuna no informó las últimas ordenanzas que regularon el uso de los fondos. El informe se hizo a pedido de los vecinos y señala que fue imposible verificar cuánto dinero ingresó ni cómo se gastó. Hay “debilidades” que propiciarían “perjuicios al interés” público.
A pedido de unos vecinos de un municipio de Salta, la Auditoría provincial decidió analizar la ejecución del presupuesto local, pero varias “limitaciones de carácter operativo” entorpecieron el trabajo del organismo de control y, por eso, finalmente la conclusión del informe aprobado este año fue la abstención de opinión.
La comuna en cuestión es Colonia Santa Rosa, un pueblo de unos 17 mil habitantes, ubicado a 246 kilómetros al norte de la capital salteña, y las limitaciones aparecieron cuando el municipio no puso a disposición de la Auditoría las ordenanzas presupuestarias aprobadas entre 2004 y 2008.
Pese a no contar con la información solicitada, el organismo de control pudo precisar que en Colonia Santa Rosa “no se efectúa el registro de las erogaciones respetando las diferentes etapas del gasto”, y añadió: “La falta de presentación de las ordenanzas presupuestarias correspondientes a los ejercicios 2004 a 2008 -con sus respectivos anexos-, impidió verificar la ejecución de los créditos autorizados para cada una de las obras” que fueron analizadas.
Como ejemplo, la Auditoría salteña señala que el municipio recibió en 2007 $ 31.600 para refaccionar escuelas públicas y, de acuerdo con la información presupuestaria, “sólo se aplicaron $ 8.032,25, sin poder determinar el destino otorgado a la diferencia de $ 23.567,75”.
Puntualmente, la comuna no expuso el presupuesto aprobado de 2004, “sólo fue suministrado un proyecto sin la aprobación del Concejo Deliberante”, dice el informe. Además, faltaron los anexos de las ordenanzas presupuestarias de los ejercicios 2005, 2006, 2007, y el presupuesto aprobado para 2008.
Sin estos documentos, para el organismo de control fue imposible verificar los ingresos de fondos en las cuentas municipales, la aplicación de los recursos y la información incluida en la ejecución presupuestaria y los registros contables.
No obstante, sí se logró detectar que “el municipio no confecciona presupuestos por programa ni elabora indicadores de gestión”, por lo que no se puede saber si los objetivos que persiguen las distintas iniciativas de la comuna son alcanzados.
Por otro lado, el informe explica que “existen funciones que deben ser desarrolladas por diferentes agentes municipales (pero) que son realizadas por un mismo (empleado), como confección de órdenes de pago, tesorería y registros contables”. Esta situación, según la Auditoría, “denota una debilidad y configura un marco propicio para la eventual concreción de distintos tipos de irregularidades en perjuicio del interés municipal”.