El Centro Cultural San Martín no planifica sus actividades anuales
Según la Auditoría de la Ciudad, no existen constancias que demuestren una programación de las obras, exposiciones, congresos y cursos que se realizan en el complejo. El trabajo del organismo estuvo limitado por la remodelación de las instalaciones, que se hacen desde 2006. No se puede saber qué hay en el archivo audiovisual y el material no está asegurado.
Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) afirma que el Centro Cultural San Martín no tiene una planificación anual de las actividades que se realizan en el complejo.
Las actividades a la que se refiere el organismo de control son las obras, congresos, cursos y exposiciones que organiza el San Martín, tanto por su cuenta, como por terceros. En ese sentido, el informe -aprobado este año- señala que “no existe constancia de una planificación general del área, ni de la formalización de la programación anual con antelación al comienzo de cada año”.
Al margen de esto, las acciones que sí desarrolló el Centro Cultural durante el período auditado (2007) presentaron varias falencias que fueron observadas por la AGCBA.
Por ejemplo, en cinco de los once congresos realizados “no consta el convenio de uso de la sala”, y, en el total de los casos examinadas, tampoco figura la cantidad de asistentes a los eventos.
En cuanto a las muestras de artes plásticas, la Auditoría detectó que no hay constancias de que existan acuerdos firmados entre el Departamento de Artes Visuales y los artistas para hacer uso de las salas. Además, tampoco hay pruebas de que la Dirección del San Martín haya contratado algún tipo de seguro para las obras expuestas.
Por otra parte, para la AGCBA no fue posible determinar cuántos cursos se dictaron durante 2007, porque mientras las estadísticas anuales dan 364 actividades, el propio Departamento de Cursos y Talleres informó 279. Esta área tampoco conservó las planillas de asistencia manuscritas y no existen registros de la entrega de certificados, por lo que no se sabe cuántos alumnos se inscribieron a las clases.
El organismo de control reconoció que su labor estuvo limitada por las remodelaciones que desde 2006 se vienen haciendo en el San Martín. Esta situación también restringió el análisis del núcleo audiovisual del complejo, porque al momento de la auditoría, todo el material se estaba mudando a otro espacio.
No obstante, la AGCBA sí pudo comprobar que el área “no cuenta con todo el equipo necesario para la reproducción de determinados soportes audiovisuales de su acervo”. Asimismo, no se logró establecer qué hay en el patrimonio del núcleo, “pues este se encuentra en proceso de digitalización y catalogación del material”. Y, como ocurre con las muestras de artes plásticas, tampoco hay constancias de que la Dirección del San Martín haya contratado seguros que resguarden las piezas audiovisuales.
La Auditoría porteña también analizó los siete convenios administrativos de colaboración que se celebraron en 2007. Mediante estos acuerdos, el sector privado puede aportar bienes o servicios para la realización de obras, en este caso, en el Centro Cultural San Martín. “En la totalidad de las actuaciones auditadas, no consta el estatuto social de la empresa prestataria, ni se adjunta el acta de designación de socios o documentación que avale la calidad del firmante”, dice el informe, y añade que ni siquiera hay copia del DNI del firmante. Por último, la AGCBA reveló que en cuatro convenios, la fecha de resolución que los aprueba “es posterior a la realización del evento correspondiente”.