El ministro de Economía, Amado Boudou, acusó a los socios privados de comprar el insumo básico de los diarios a un precio inferior al del costo de producción. "El Estado no recibe plata de la empresa desde hace 32 años", dijo Reposo.


Papel Prensa está atravesando una gravísima situación financiera. Funciona con anomia y sin plan de control interno", advirtió el ministro de Economía, Amado Boudou. Fue la primera evaluación del gobierno al presentar el balance de la situación empresaria de la fábrica de papel para diarios, elaborado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) sobre el período 2010. La exposición del funcionario comenzó con una denuncia: eligió la palabra "subadministración" para graficar la política que los socios privados Clarín y La Nación llevan adelante en beneficio de sus publicaciones y en perjuicio de otros medios y del Estado Nacional. Acompañado por el titular de la SIGEN, Daniel Reposo, y por los representantes de públicos en la compañía, Beatriz Paglieri y Alberto González Arzac, el jefe del Palacio de Hacienda explicó que los dos "grandes diarios" continuaron comprando la bobina de una tonelada a un precio inferior al del costo de producción y sustantivamente menor al que pagan las demás empresas periodísticas entre el 1º de enero y el 30 de septiembre de 2010. "Se ha utilizado una política de descuentos por volumen", agregó Boudou. Los números son elocuentes: la diferencia entre el precio abonado por Clarín por tonelada de papel y el que debieron desembolsar otros clientes no relacionados con Papel Prensa es de 72,25 dólares. "Están cercenando la libertad de prensa", acusó Boudou, quien además anticipó que el informe está en manos de la Procuración del Tesoro para evaluar futuras denuncias ante la justicia por los delitos de vaciamiento, asociación ilícita y perjuicio fiscal, ya que, según señaló Reposo, "el Estado no recibe plata de la empresa desde hace 32 años."

Boudou aprovechó para recordar que la empresa fue creada a partir de exenciones impositivas y aportes a través de créditos blancos. "Los socios extrajeron los fondos del BANADE y los depositaron en los bancos que utilizaban para operar diariamente", afirmó. E insistió en poner en práctica el proyecto inicial de Papel Prensa: cubrir la demanda interna de papel para diarios. Durante 2010, la planta de San Pedro fabricó unas 158 mil toneladas de papel mientras que el mercado argentino requiere unas 250 mil. Esas poco menos de 100 mil bobinas deben importarse a precio dólar.

El 7 de enero de 2010, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, firmó la resolución que ordena que el papel para diarios debe venderse a precio igualitario y en las mismas condiciones para todas publicaciones del país. El informe difundido ayer muestra que las diferencias entre el precio pagado por las "empresas relacionadas" respecto del costo son notorias, sobre todo si se considera la magnitud del negocio. Al 30 de septiembre, Clarín pagó un 1,19% menos y La Nación un1,64% por tonelada. Mientras que los diarios no vinculados a los dos grupos periodísticos debieron pagar un 1,94% por encima. Clarín compró unas 41 mil toneladas y la empresa de los Mitre otras casi 22 mil toneladas. El volumen vendido a los medios no vinculados a los accionistas privados ascendió a 44 mil toneladas.

Además de un extenso detalle sobre las irregularidades en la gestión, el informe realizado por la SIGEN y aprobado por la presidenta Cristina Fernández considera la "ausencia de un plan de inversiones" como una política deliberada por parte de Clarín y La Nación para cubrir sus necesidades y dejar liberado a su suerte a otros emprendimientos. La fábrica tiene una capacidad instalada de 200 mil toneladas desde su fundación. No sólo funciona por debajo de sus posibilidades, sino que desde hace 30 años nunca fue actualizada de acuerdo a las necesidades del mercado local.

El año pasado, la presidenta envió al Congreso un proyecto para declarar de interés público la fabricación de pasta de celulosa y papel para diarios. El texto cuenta con dictamen de mayoría de la Comisión de Comercio y espera el debate en el recinto. Ayer, Boudou aprovechó para hacer un "fuerte llamamiento" a los legisladores para transformarlo en ley. Si se aprueba, el Estado podrá decidir sobre la política comercial de Papel Prensa y garantizar así el abastecimiento del insumo a todos los diarios del país