Publicado: 26-09-2011

Chubut.- La prestación de los servicios públicos en Puerto Madryn lejos está de ser un problema resuelto, puesto que a los múltiples reclamos respecto de la administración de la cooperativa Servicoop, se suman las demandas de energía que impiden a diversos actores de la comunidad acceder a la factibilidad eléctrica para poner en funcionamiento estructuras edilicias.

Existen una serie de edificios en construcción que no tienen aún la garantía de contar con el servicio de energía eléctrica cuando finalice la obra. Un caso testigo es el del edificio de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), que estaría culminado antes de fin de año, pero hasta el momento Servicoop no les garantiza el servicio de energía eléctrica, por lo cual las autoridades del sindicato analizan la posibilidad de colocar panales que permitan en principio la utilización de energía solar, como una alternativa hasta tanto culminen las obras de infraestructura que desarrolla la Cooperativa a fin de brindar el servicio en los sectores donde hoy no resulta insuficiente, tal el caso del centro de Puerto Madryn.


Regulación

En medio del debate sobre la administración de Servicoop, denuncias por el mal funcionamiento de la entidad y los múltiples reclamos por la falta de información respecto de la situación financiera; la Cooperativa atraviesa otra compleja circunstancia de la que no saldrá con facilidad, se trata de la imposibilidad de brindar servicios a nuevas estructuras edilicias de envergadura.

En el ámbito del Concejo Deliberante de la ciudad se analiza una propuesta que tiene por objeto la regulación de los servicios públicos mediante la figura de un ente regulador, sin embargo todo indica que habría varios sectores dispuestos a debatir la creación de un ente mixto para la administración del servicio que hoy presta Servicoop.

Ocurre que en el imaginario de algunos, la puesta en marcha de un ente mixto, la privatización o incluso, que la Municipalidad se haga cargo de los servicios, limitaría las posibilidades de que la entidad cooperativa sea utilizada políticamente, pero no garantiza que sea bien administrado o que la ciudadanía abone una tarifa razonable de servicios públicos.

Más bien por el contrario, todo indica que si desaparecen las cooperativas -porque en Madryn no es único lugar donde se analiza la posibilidad-, los servicios serían aún más caros para el usuario y por otra parte no está claro en que condiciones se pretende reemplazar el sistema cooperativo.


Participación

Sin dudas que se hace necesario una mayor participación ciudadana activa en relación a la administración de la cooperativa de servicios.

Por otra parte, en relación al debate sobre la rentabilidad de las cooperativas, debería analizarse la posibilidad de políticas de apoyo financiero, no necesariamente respecto de las tarifas, sino en materia de inversión en tecnología y apoyando el proceso de desarrollo.

Las cooperativas son una herramienta de integración social, de soberanía territorial y de integración económica, y si se las observa exclusivamente desde la rentabilidad no habría servicios básicos, por lo tanto suelen ser deficitarias.

Bajo este concepto, es necesario reconocer en las cooperativas una herramienta de la sociedad civil, regulada, controlada y apoyada por Estado, pero sin dudas como una herramienta organizativa de carácter democrático y participativo.

Debería analizarse con detenimiento, porque ante cada convocatoria a elecciones faltan interesados en participar. El debate está abierto, ahora se necesitan propuestas creativas y que cubran las expectativas de la mayoría de la ciudadanía.