Publicado: 03-02-2013  
 
Ese año, un fallo de la Corte Suprema ordenó el saneamiento. Según el análisis de una ONG a partir de monitoreos de la autoridad de la cuenca, no hay una tendencia de mejora de calidad en las aguas. 
 
Pese a los trabajos de saneamiento, que arrancaron en 2008, las aguas del Riachuelo siguen contaminadas. Así lo determinó una ONG después de analizar los datos publicados por la autoridad encargada de la limpieza de la cuenca. Y lo más preocupante es que no existe una tendencia que marque la mejora de la calidad en las aguas.
 
Desde 2008, luego de que un fallo histórico de la Corte Suprema ordenara el saneamiento del río, la Autoridad de la Cuenca MatanzaRiachuelo (ACuMaR, conformada por Nación, Provincia y Ciudad) realizó 16 campañas de monitoreo en 45 puntos de la traza del Riachuelo. Con los valores recogidos en esos monitoreos, la organización Greenpeace llegó a la conclusión de que se trata de un "río muerto": "Los tramos de la cuenca baja y media están prácticamente sin oxígeno o con niveles muy bajos, en torno al 0,5 mg. por litro, lo que impide la vida acuática", explicó Lorena Pujó, de la ONG.
 
Según estándares internacionales el requerimiento mínimo para que haya vida es de 5 mg. de oxígeno por cada litro de agua. "Lo más alarmante es que durante el tercer año de monitoreo (2010) no sólo no se observaron mejoras, sino que por el contrario quedó en evidencia un empeoramiento del recurso hídrico", resaltó Pujó. Durante el primer año de toma de muestras se detectaron 3 sitios con contaminación alta y 28 con contaminación media. Mientras que las muestras de 2012, el quinto año de monitoreo, son casi iguales que las primeras: 3 con alta contaminación y 30 con contaminación media.
 
A lo largo de sus casi 70 kilómetros el Riachuelo atraviesa la Ciudad y 14 municipios. Y se divide en tres cuencas: la baja, que abarca los territorios de la Ciudad, Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora, y es la parte más contaminada. Luego la cuenca media, con las localidades de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Merlo y Morón. Y finalmente, la alta, la menos contaminada, que abarca Cañuelas, General Las Heras, Marcos Paz, Presidente Perón y San Vicente. Entre otras cosas, el agua tiene escherichia coli, cromo, plomo, mercurio y arsénico.
 
"Los estándares con los que ACuMaR mide la contaminación del agua son bajos, eso dificulta aún más su saneamiento", explicó Pujó. La resolución 3/2009 –que aprueba el reglamento de usos y objetivos de calidad de agua– establece que 2 mg. de oxígeno por litro son suficientes para considerar saneada la cuenca. Esto fue cuestionado incluso por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. En la última audiencia pública dijo que "los objetivos de calidad del agua que establece la ACuMaR son, según distintas opiniones, muy bajos. Aún cuando se cumplan sólo permitirán un uso muy limitado del agua del río. Si usted establece objetivos bajos, es fácil decir que cumplieron". Lorenzetti le hablaba a Juan José Mussi, presidente del organismo y Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
 
"Todas las obras que se han hecho son cosméticas. La solución es controlar las efluentes de las industrias. Se trata de una ecuación económica, porque tratar lo que contamina es muy caro. Por eso el saneamiento del Riachuelo demanda una fuerte decisión política. Y sabemos que los partidos políticos no tienen programas ambientales a largo plazo", opinó el ex embajador Raúl Estrada Oyuela, quien presidió la negociación del Protocolo de Kioto y es especialista en asuntos ambientales.
 
Se estima que el 70% de las contaminación la generan las industrias y, el resto, los vertidos cloacales. En la cuenca del Riachuelo hay 1.488 industrias consideradas "agentes contaminantes": 1.062 ya tiene aprobado su plan de reconversión industrial pero hasta el 28 de diciembre sólo 54 llevaron a cabo la adecuación. Por otra parte, se estima que el 55% de las casi 5 millones de personas que viven en la cuenca no tiene cloacas.
 
El viernes, en una recorrida por la cuenca baja, Clarín comprobó que las obras del camino de sirga avanzan, al igual que la limpieza y recolección de basura. Y se quitaron los cascos de los barcos hundidos. Pero las villas y asentamientos siguen a la vera del Riachuelo, en muchos casos asentadas sobre montañas de basura. Y aunque en la zona de La Boca el agua casi no tiene basura ni restos de materia fecal, a medida que se navega hacia Provincia, el paisaje desmejora, junto con el olor.
 
La ACuMaR le aseguró a Clarín que "otros casos de saneamiento han demostrado que se tardó más de diez años en ver los avances en la calidad del agua. Un estudio de la Universidad de La Plata asegura que seis especies de peces habitan en la cuenca alta", detalló Antolín Magallanes, vicepresidente ejecutivo del organismo. Según el funcionario en la cuenca media hay 3 especies y en la baja hay una "que fue registrada por el ingreso y mezcla de aguas del Río de la Plata con las del Riachuelo".
 
Cuando ya transcurrieron cinco de los diez años prometidos para el saneamiento, el agua del Riachuelo se deja oler para demostrar que sigue contaminada.
Silvia Gómez 
sgomez@clarin.com
 
 
Un juez, apartado por la Corte
 
Las sospechas comenzaron a circular mucho antes de que la Corte Suprema decidiera apartar de su cargo al juez Federal de Quilmes, Luis Armella, designado como brazo ejecutor del megaplan para sanear el Riachuelo. Después de casi cinco años al frente de la causa, fue un duro revés. Según denunció la Auditoría General de la Nación (AGN), Armella habría beneficiado a empresas de familiares para que hicieran obras de saneamiento en la cuenca. Una de las maniobras que se investigan es la contratación de la constructora "M&T", cuyos accionistas pertenecen a otra firma ­"San Martín 264 Bernal SA"­, que está integrada por la esposa y el suegro de Armella, entre otros.
 
La ACuMaR, a través de AySA y la Ceamse, le encargó obras de colocación de defensas costeras y recomposición de taludes del río. Las obras fueron asignadas por contratación directa, ya que el mismo juez intimaba a la ACuMaR, a AySA y la Ceamse a que iniciaran de forma urgente, sin licitación. También las empresas quedaron involucradas en la investigación. Desde diciembre la megacausa del saneamiento quedó en manos de los jueces Sergio Torres y Jorge Rodríguez.
 
 
El organismo a cargo, entre disputas políticas
 
Problemas de presupuesto
 
Con problemas de presupuesto, la ACuMaR sumó una nueva preocupación en la compleja tarea de saneamiento que tiene a cargo. Hace unos días se declaró en emergencia y recortó algunos programas, entre ellos las tareas que debía realizar la Auditoría General para controlar el proceso de saneamiento. Juan José Mussi, presidente del organismo, acusó a la Provincia y a la Ciudad por incumplimiento financiero y dijo que para continuar con las obras en 2013 se necesitan $652.444.252. Menos de $2 millones serán aportados por ACuMaR y casi $650 millones deben ser solventados por Nación (en un 50%), la Provincia (25%) y la Ciudad (25%).
 
En otro round entre las diferentes jurisdicciones, Mussi aseguró que la Provincia al menos incluyó el dinero en el presupuesto de este año. Y se trenzó en una disputa con Ciudad: "Buenos Aires solo aportó el 15% del monto comprometido".
 
Silvia Lospenatto, representante porteña en la ACuMaR, respondió que "por lo menos la Ciudad ya aportó $25 millones y se lo hicimos saber a la Corte Suprema".
 
"Preocupa que puedan quedar sin presupuesto la toma de muestras para controlar a las industrias y los planes sanitarios de emergencia, que la Corte pidió que fueran ejecutados de inmediato", advirtió Andrés Nápoli, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Desde la Asociación de Vecinos La Boca afirmaron: "Se trata de un proceso muy complicado, pero creemos que la limpieza no depende tanto del dinero, sino de las mezquinas pujas de los políticos de turno. Hay que seguir trabajando porque, aunque con falencias, se ha avanzado mucho en comparación con cualquier otro intento anterior".
 
 
En cifras
 
5 millones
Las personas que viven en riesgo sanitario dentro de la cuenca del Riachuelo. El 10% habita en villas, y allí están más expuestos a todo tipo de contaminación.
 
35%
El porcentaje de habitantes de la cuenca que todavía no tiene agua potable de red. Pese a las obras realizadas en los últimos años, la cifra sigue muy alta.
 
55%
La gente que vive sin cloacas dentro de la cuenca. Se trata de un servicio básico que muchas familias esperan desde hace décadas y todavía no llega.