Un informe publicado la por Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) revela que hay un fuerte vínculo entre la corrupción y la inseguridad en Nigeria. Sucede que cuando la policía y el ejército de un país son débiles, sus fuerzas de seguridad no son de confianza y, por ende, sus fronteras no son fuertes. En este caso particular, trae como consecuencia que las organizaciones terroristas invadan el país africano.

Tal es el caso del conocido grupo extremista islámico Boko Haram, responsable de secuestrar a más de 270 niñas de una escuela al norte de Nigeria en abril. Este no fue un hecho aislado, la agrupación terrorista continúa sembrando terror en las familias. Entre el jueves y el domingo de la semana pasada 91 personas, entre ellas 60 mujeres y niñas, fueron secuestradas en el noreste de este país.

Cabe señalar que el vínculo entre la inseguridad y la corrupción se da porque tanto el gobierno nigeriano como sus fuerzas armadas y la policía no tienen la confianza y el apoyo de los ciudadanos. Esto se demuestra en el Barómetro de Corrupción de 2013 que realiza Transparencia Internacional, el cual dio a conocer que en Nigeria la policía es la institución más corrupta con una puntuación de 4,7 sobre 5, donde 1 significa “para nada corrupto” y 5 “extremadamente corrupto”. En nuestro país, este ítem obtuvo una puntuación de 4,0.

Lo mismo pasa con el ejército. La población del país presidido por Goodluck Jonathan calificó a su ejército con una puntuación de 3,2 puntos, mientras que en Argentina la misma institución fue puntuada con 2,9. 

A esta situación se le suma que en el reciente Índice Anticorrupción de Gobiernos y Defensaque mide y clasifica a 82 países conforme al riesgo de corrupción, vulnerabilidad y opacidad en los sistemas de defensa y seguridad de cada uno de ellos; la puntuación de Nigeria indicó un alto nivel de riesgo de corrupción. El país fue criticado por su falta de transparencia y por no tener un plan de lucha contra la corrupción en el ejército, sin capacitación del personal y por un monto significativo de gastos fuera del presupuesto militar. 

Uno de los casos más conocidos de corrupción en el país africano es el del ex Presidente Sani Abacha, quien se estima que desvió mil millones de dólares

Posibles soluciones para calmar las aguas

Por un lado, el gobierno nigeriano debe invitar a las organizaciones de la sociedad civil a participar en el desarrollo de una estrategia en la lucha contra la corrupción. 

Otro agente importante para contribuir a la transparencia es el Ministerio de Defensa, el cual debería publicar el presupuesto en su totalidad.

Por último, el informe sostiene que las fuerzas de defensa de Nigeria deben centrarse en la capacitación del personal sobre cómo abordar la corrupción y que, además, deben asegurarse de que las leyes de protección de los denunciantes se hagan cumplir.