Escuela de Vecinos (EV), el programa educativo de participación ciudadana de Fundación Éforo, llegó por primera vez a Asunción, Paraguay. El encuentro, realizado con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe - CAF, abrió un espacio de debate entre los estudiantes para profundizar sobre una temática de suma importancia en los y las adolescentes: la salud mental.

El evento se realizó en la Casa de la Integración de CAF (Asunción, Paraguay), donde asistieron estudiantes de las escuelas “El Cántaro Bioescuela Popular” y “Hotel Escuela Cerrito”, en comunicación simultánea con El Obrador Centro Creativo (CABA).

Jorge Srur, Gerente Regional Sur de CAF, dio la bienvenida a los y las estudiantes, destacando que “más de veinte países integran la CAF y esta casa es de todos y todas. Estamos muy agradecidos por tender lazos entre Paraguay y Argentina”. A su vez, destacó que estas iniciativas “nos van a ayudar a conocer y conocernos. Aprovechemos la oportunidad juntos. De un lado a otro, en estas redes se aprende a escuchar al otro”, explicó.

También formaron parte del encuentro integrantes de la 16ª generación de Escuela de Vecinos CABA 2024 para transmitir el legado y las experiencias de aprendizaje con las y los estudiantes de Asunción. El intercambio consistió en transmitir el conocimiento adquirido y explicar cómo se elaboró durante la primera mitad del año el documento en conjunto de propuestas presentado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires

Una jornada de intercambios y aprendizajes 

Conducido por el equipo de Éforo en Asunción, con la coordinación de María Alejandra Olivarez y Antonella Fonte, la jornada tuvo dos bloques de trabajo. Durante la mañana, se realizaron actividades con el objetivo de sensibilizar a los participantes a través del diálogo y reflexiones grupales para fortalecer los conocimientos claves sobre salud mental. 

En la segunda parte del evento se realizó un intercambio de experiencias entre los jóvenes de Asunción con sus pares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, participantes de la 16ª edición de EV. Además, concurrieron especialistas que, con distintas trayectorias, pudieron explicar la importancia de trabajar la prevención y el cuidado integral desde una mirada puesta en el deporte de alta competencia y la rehabilitación psicosocial.

¿Qué sabemos de salud mental?

La primera parte consistió en abrir un espacio de diálogo para conocer las nociones generales sobre salud mental. Allí, los y las estudiantes pudieron expresar sus opiniones y referencias para construir una definición amplia mediante la interacción y el intercambio de puntos de vista. 

Surgieron definiciones como “La salud mental es estar bien conmigo mismo, es lograr estabilidad y poder manejar mis emociones”; “Comprende el bienestar general del cuerpo y de las emociones, con los entornos y los afectos”; “Significa conocerse a sí mismo”; “Está ligada a la ansiedad social, a los entornos. Las opciones de los demás, si uno no se conoce a sí mismo, pueden alterar nuestro bienestar general”; ”La salud mental es tener vida en la mente”.

Los participantes resaltaron la centralidad que ocupa la escucha activa, que comprende tanto escuchar como ser escuchado para pedir o brindar ayuda: “La pregunta ‘¿cómo estás?’ es una pregunta que frecuentemente no abordamos. Es la pregunta más corta y más importante que podemos hacer y que nos pueden hacer las personas que queremos. Pero cuando respondemos ‘bien’ no decimos realmente lo que nos pasa”. 

Hubo acuerdo en que, en la actualidad, si bien hay avances destacables, la salud mental sigue siendo un tema tabú en la sociedad y que genera controversias. Los estudiantes profundizaron sobre el problema de la brecha generacional entre el mundo adulto y adolescente: “Nuestra generación, a los que nos llaman generación de cristal, parecemos no importarles a los adultos. Pero son los jóvenes los que sí hablan de salud mental, mucho más que los adultos”. 

Entre las distintas formas de abordar y acompañar a alguien que lo necesita y requiere, la generación de vínculos empáticos con los entornos y afectos es uno de los soportes fundamentales del equilibrio emocional. Los estudiantes reflexionaron que, como parte de una comunidad, no debemos menospreciar las experiencias y vivencias de las personas y estar dispuestos a escuchar: “Cuando te dicen que tu tristeza no es tan importante, uno no tiene que olvidar que lo único que realmente importa es escuchar y ser escuchado”. 

Al finalizar el primer bloque de sensibilización, se destacó el rol de los entornos de escucha y que no siempre pueden encontrarse en la familia: “Muchas veces, la familia no es el entorno adecuado para hablar sobre nuestros problemas. Te quieren imponer la idea de que tu tristeza es falsa o exagerada”. Las escuelas y las redes de compañerismo entre pares aparecieron como los espacios de mayor confianza para ser escuchados y escuchar.

Acciones para sensibilizar y compartir experiencias

El segundo bloque se centró en distintas actividades dinámicas para seguir profundizando en la temática. Se invitó a los participantes a interpretar grupalmente dos escenarios hipotéticos que pueden padecer los adolescentes, los cuales sirvieron de disparadores para debatir. En simultáneo, desde CABA y Asunción, se diagramó un mapa integral colaborativo para identificar cuáles son los factores que desencadenan un padecimiento psíquico y cuándo es momento de pedir ayuda.

La extensa lista abarca: falta de empatía, dominación, manipulación, traumas, inhibiciones, bullying, ansiedad, tristeza, bloqueo emocional, aislamiento social, estado anímico negativo, la presión del entorno, falta de comprensión de la familia y amigos. Si bien se reconoció una amplia variedad de causantes, hubo un acuerdo sobre cómo afrontar los padecimientos emocionales: “Para salir adelante hay que evitar aislarse y abrirse a los entornos que nos brindan ayuda”. Y, una vez más, se subrayó que la escucha atenta es una de las piezas clave en el proceso de abordaje de quien lo requiera.

En conexión desde CABA, los voceros de la 16ª generación de EV repasaron la experiencia de participación y lanzaron una serie de preguntas y conclusiones destacando el rol de los vínculos, los afectos y entornos de escucha. Se afirmó la relevancia de que exista una ley de salud mental y espacios respetuosos para acudir y pedir ayuda. “Este es el mensaje que queremos transmitirles: la salud mental tiene que ser una prioridad y si necesitás ayuda, pedila; no te quedes solo”.

Antes del cierre, los y las estudiantes de Asunción formaron parte de un conversatorio para trabajar junto con especialistas el abordaje, cuidado integral y prevención de los trastornos psicológicos. 

“Este es el mensaje que queremos transmitirles: la salud mental tiene que ser una prioridad y si necesitás ayuda, pedila; no te quedes solo”, fueron las palabras de la 16ª generación de Escuela de Vecinos.

En primer lugar, expusieron las especialistas Ruth Marlene Florentín, psicóloga y trabajadora social, y la psicóloga Liz Sánchez, ambas integrantes del Centro de Día de Rehabilitación Psicosocial sin fines de lucro “El Puente”, institución dedicada a la rehabilitación de personas con algún tipo de trastorno mental.

Uno de los puntos debatidos giró en torno a la calidad de vida de las personas que atraviesan una situación de padecimiento psíquico: “Impulsamos procesos para que los pacientes puedan llevar una vida digna. Trabajamos con dos grupos: los hospitalizados y los que vienen de su casa y hacen un tratamiento ambulatorio. Nos enfocamos más allá del tratamiento, intentamos darle calidad de vida. El hacer cosas que a uno le gusta trae en sí mismo una sensación de bienestar”, detalló Florentín.

Escuela de Vecinos llegó a Paraguay

Nos enfocamos más allá del tratamiento, intentamos darle calidad de vida. El hacer cosas que a uno le gusta trae en sí mismo una sensación de bienestar”, detalló Florentín.

El final del conversatorio estuvo a cargo de Juan Pablo Cantero, jugador de baloncesto del Club Olimpia, quien abordó la salud mental desde el deporte de alto rendimiento. Durante la exposición, se vinculó la presión por el éxito y el rendimiento en las competencias deportivas como un factor desencadenante de estrés y ansiedad que deteriora la salud mental: “La clave está en la fortaleza mental que podemos formar como personas. Apoyarse en los orígenes y en las cosas que nos hacen bien para salir de ese mal momento en que se piensa que uno es inservible. El deporte es una parte de la vida que no deja de ser un juego; también están nuestra familia y amigos”. 

A partir del ejercicio de participación y compromiso ciudadano, los alumnos expusieron los distintos puntos de vista, conocimientos y preocupaciones sobre la problemática. Pudieron interrogarse sobre qué son los padecimientos psicológicos, qué normativas hay vigentes en su país, cuáles son las fuentes de información confiable y segura, qué canales de consulta conocen, cómo viven entre pares las situaciones que afectan la salud mental. Durante el transcurso de la jornada, compartieron un espacio de diálogo plural para formar sus propias respuestas.

A modo de cierre, el equipo de la Fundación Éforo en Asunción invitó a los participantes a promover el compromiso entre pares para que los jóvenes contagien a otros jóvenes en la sensibilización sobre la salud mental. “De esto se trata nuestro trabajo desde Escuela de Vecinos: construimos ciudadanía, armamos redes y conectamos con las cosas que nos hacen bien en comunidad, en la escuela, en la familia o en los barrios, en un proceso de aprendizaje grupal”, concluyó Olivarez.