Según el Tribunal de Cuentas del Distrito Federal (TCDF), el estadio Nacional Mané Garrincha, en Brasilia, podría llegar a costar 1.607 millones de reales, equivalentes a unos 698,6 millones de dólares. Dicho monto representa el doble de los de 700 millones de reales previstos en el proyecto inicial, es decir, 304,3 millones en moneda estadounidense. 

No es la primera vez que un organismo de control brasileño encuentra falencias con respecto a las obras de la Copa del Mundo. De hecho, el año pasado, en El Auditor.info publicamos una nota basada en el informe elaborado por el Tribunal de Cuentas del Estado de Río Grande do Sul (TCE), donde se advertía sobre los sobreprecios en las obras del Mundial.

El incremento en los gastos fue de 337,7 millones de  reales (unos 146,8 millones de dólares aproximadamente) y se deben a los gastos de las obras  y a una serie de costos adicionales autorizados por el gobierno del Distrito Federal, según informó Sitio Andino. 

Según el TCDF, entre los gastos adicionales se encuentra el pago de 13 millones de dólares para realizar adaptaciones exigidas por la FIFA. También existe un incremento de 2,4 millones de dólares por el pago de horas extras a los obreros que trabajaron en las obras.

Pero el costo adicional de mayor envergadura detectado por el organismo de control alcanza los 80,4 millones de dólares. El dinero fue utilizado para la realización de ajustes de arquitectura y estructura de acuerdo a las nuevas versiones de proyectos existentes para las instalaciones.