Entender de qué se está hablando, sobre todo en ámbitos como el de la Justicia, es un derecho. La implementación de un lenguaje claro, un estilo de expresión simple y eficiente que permita comprender con mayor facilidad textos o discursos, es un proceso que avanza, lentamente, en distintas jurisdicciones del país.

"El lenguaje claro no se ha convertido en parte de una política pública judicial en términos generales".

“Si bien se está trabajando en muchos poderes judiciales no se ha convertido en parte de una política pública judicial en términos generales”, explica Soledad Gennari, vocal del Superior Tribunal de Justicia del Poder Judicial de Neuquén para quien la implementación del lenguaje claro "no está generalizada, no es transversal ni común" en el quehacer judicial donde aún se utilizan términos complejos, por ejemplo en latín.

El uso de una forma clara de expresión y comprensible a todo el mundo es una manera de garantizar la participación ciudadana y brindar información adecuada para que esa participación no esté imposibilitada frente a documentos cargados de términos técnicos o confusos que impidan el derecho como ciudadanos de saber de qué se trata.

La discusión sobre cómo cambiar el lenguaje en la justicia y hacerlo más claro lleva más de 20 años en el mundo. 

La discusión sobre cómo cambiar el lenguaje en la justicia y hacerlo más claro lleva más de 20 años en el mundo. Es un tema que se trata en las cumbres que reúnen a referentes judiciales de Iberoamérica. Si bien en el país existen iniciativas, aún falta mucho por hacer.

¿Por qué es tan difícil aplicar un lenguaje claro en la Justicia? “Entiendo que las razones obedecen a la formación de quienes desempeñan la tarea jurisdiccional. Es una formación categórica, fuerte, conservadora y ello hace que quienes nos formamos en el derecho por efecto de la repetición hablemos un lenguaje lleno de tecnicismos que luego trasladamos a las decisiones, olvidando muchas veces que una sentencia, por ejemplo, es una norma individual destinada a un ciudadano/a y no al abogado/a solamente. Deconstruirnos en este aspecto es un gran desafío”, asume Gennari.

Una red por el lenguaje claro

La Red Argentina de Lenguaje Claro (RALC) es una comunidad de organismos públicos, redes y personas que promueve el uso del lenguaje claro en los organismos del Estado para garantizar la transparencia de los actos de gobierno, el derecho a entender y el acceso a la información pública.

Fue creada mediante un convenio entre el Senado y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y presentada formalmente en 2018.  

Mendoza es la primera provincia argentina que a fines del 2018 lanzó una Red Provincial para comunicar desde el Poder Judicial, en conjunto con áreas del Ejecutivo y Legislativo. En agosto de este año Córdoba creó el Comité de Lenguaje Claro y Lectura Fácil para asesorar a órganos judiciales como a las áreas administrativas de temas relacionados a lenguaje claro. En Formosa, el poder judicial aprobó una guía de lenguaje claro con la que se pretende promover mejoras en el acceso a la información pública. 

Una ley sobre lenguaje claro fue aprobada este año en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que en la provincia de Buenos Aires rige la Ley 15.184, dirigida a promover el uso y desarrollo de un lenguaje claro en los textos legales y formales.

"En el caso del Estado Nacional, existen iniciativas para modificar la ley 27.275 sobre el derecho al acceso a la información pública. Por ejemplo hay una que promueve sustituir el Artículo 1 agregando en su inciso 'comprensión de la información pública es el derecho que tienen los ciudadanos a comprender la información pública en textos legales y formales redactados con lenguaje claro', entre otras modificaciones orientadas a dicho objetivo", explica Gennari.  

Lenguaje claro en los juicios por jurado

La implementación de los juicios por jurado también puso en evidencia la necesidad de un cambio en la manera de redactar documentos y simplificar el lenguaje en el ámbito judicial. "Es fundamental como el juez o la jueza, como así también el técnico o la técnica imparten las instrucciones en base a las cuales el jurado dictará el veredicto, o bien en los alegatos. Por ello en este tipo de participación ciudadana –como es este tipo de juicios- hablar claro y simple es vital", indicó.