La caza ilegal de animales salvajes afecta gravemente a la biodiversidad global. Esta actividad, que implica la captura o el asesinato de animales fuera de la ley, amenaza con la extinción de muchas especies y perturba profundamente los ecosistemas naturales.

¿Cómo denunciar la caza ilegal?

El Ministerio Público Fiscal (MPF) cuenta con una Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) que investiga delitos ambientales y actúa de manera exclusiva en casos que afectan la seguridad pública y el medio ambiente. Para denunciar:

  •  Av. Diagonal Norte Roque Sáenz Peña 1190, 2° Piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
  • Telefónicamente al (011) 3988-7538 / 3988-7539
  • Mail: [email protected]

Además, se reciben denuncias en el mismo MPF

  • Av. Paseo Colón 1333, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
  • Telefónicamente: 0800 33 347 225
  • Mail: [email protected]

En la provincia de Buenos Aires, la caza furtiva se puede denunciar en la Dirección de Flora y Fauna:

  • Calle 3 N° 590 (1900) La Plata.
  • Telefónicamente: 221 429-5206/5236 
  • Whatsapp: 221 353-3702
  • Mail: [email protected]

Tipos de caza 

En nuestro país, más de 100 especies de aves, 20 de reptiles y 15 de mamíferos son víctimas del tráfico de fauna, de las cuales aproximadamente 20 están catalogadas como especies amenazadas.

La Ley de Caza en Argentina establece normas para proteger la fauna silvestre, regulando diversos tipos de caza según su finalidad. Existen cuatro tipos de caza reconocidos: deportiva, comercial, de control de especies perjudiciales y con fines científicos, educativos o culturales.

La caza furtiva es el cuarto comercio ilegal más lucrativo a nivel mundial.

La caza deportiva se realiza por recreación o alimento, en áreas privadas con permiso del propietario o en cotos regulados. Para practicarla, se requiere una licencia oficial y cumplir con normativas específicas, como el uso legal de armas y la protección de animales en reservas.

La caza comercial, por otro lado, tiene un propósito económico. Se permite únicamente con animales que no estén en peligro de extinción, y solo durante la temporada de caza, la cual es fijada por las autoridades competentes anualmente.

El control de especies perjudiciales busca regular la población de ciertos animales que afectan la actividad productiva. La autoridad pública publica una lista de especies que se pueden cazar bajo este criterio, como liebres, conejos o castores.

La caza con fines científicos o educativos necesita una autorización previa, que incluye detalles sobre la institución solicitante, los animales a capturar y los métodos de caza utilizados. Está sujeta a estrictas regulaciones para garantizar su correcto desarrollo.

El cóndor muchas veces es perseguido por creencias culturales o para protección del ganado. La caza ilegal sigue siendo una amenaza para la especie en algunas regiones.
El cóndor muchas veces es perseguido por creencias culturales o para protección del ganado. La caza ilegal sigue siendo una amenaza para la especie en algunas regiones.

El camino hacia la solución

La protección efectiva de la fauna, el fortalecimiento de las leyes y la educación sobre el impacto ambiental y ético de la caza furtiva son fundamentales.

En ese eje, reducir la demanda de productos de animales salvajes y apoyar a las comunidades locales en su transición hacia prácticas sostenibles contribuye a la preservación de especies.

La colaboración internacional, el refuerzo de las leyes y el apoyo a las comunidades locales son cruciales para erradicar esta práctica ilegal y proteger a los animales salvajes en su hábitat natural.

Animales en peligro de extinción

Según un relevamiento de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza existen 373 especies en situación crítica, entre ellas el yaguareté, el guanaco, el huemul, el cóndor andino y la ballena franca austral.

En Argentina, uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, también se encuentran numerosos tipos de animales en peligro de extinción. Se destacan:

  • Venado de las Pampas: Solo se encuentra en cuatro poblaciones aisladas de Buenos Aires, San Luis, Santa Fe y Corrientes, con una estimación de unos 2.000 individuos.
  • Delfín Franciscana: Uno de los delfines más pequeños del mundo, con una población de poco más de 13.000 ejemplares que habitan las costas de la provincia de Buenos Aires.
  • Escalandrún: Entre las 12 especies de tiburones grandes del Mar Argentino, el escalandrún está en peligro crítico de extinción, siendo la pesca deportiva su principal amenaza.
  • Yaguareté: El felino más grande de Latinoamérica y el tercero a nivel mundial, después del tigre de Bengala y el león. Es una de las 10 especies de felinos silvestres en Argentina.
  • Pecarí Quimilero: Endémico del Gran Chaco, especialmente del Chaco Seco, enfrenta amenazas como la pérdida acelerada de hábitat y la caza ilegal.
  • Lagartija de las Dunas: Especie endémica de la costa atlántica de Buenos Aires y el noreste de la provincia de Río Negro.
  • Huemul: Con una población estimada en menos de 700 ejemplares, este ciervo vive en áreas aisladas y fragmentadas de los bosques de lenga de la Patagonia andina y la estepa patagónica.
  • Aguará Guazú: El zorro más grande de Sudamérica, que originalmente habitaba en el norte argentino, el Chaco paraguayo, Bolivia y Perú.
  • Cóndor: Habita las cumbres de los Andes sudamericanos y la costa atlántica de la Patagonia. La utilización de cebos tóxicos en la ganadería es una de las principales amenazas para esta especie.
  • Tatú Carreta: Uno de los armadillos más antiguos de Sudamérica, que sobrevive en las zonas boscosas del Chaco y la selva misionera en Argentina.
  • Ballena Franca Austral: Quedan unos 7 mil ejemplares de la especie que solo se encuentra en el océano Atlántico Sur, principalmente en aguas de Argentina, Brasil y Uruguay.
  • Pingüino de Magallanes: La mayor reserva continental se encuentra en Punta Tombo, Chubut. Sin embargo, la especie está amenazada por la contaminación marina.
El Yaguareté, también conocido como jaguar, es el felino más grande de América y se encuentrra en peligro crítico debido a la deforestación del Gran Chaco y la caza furtiva.
El Yaguareté, también conocido como jaguar, es el felino más grande de América y se encuentrra en peligro crítico debido a la deforestación del Gran Chaco y la caza furtiva.

Control

En 2018, la Auditoría General de la Nación (AGN) reveló en un informe que el Programa de Conservación de Especies Amenazadas solo abarca siete tipos de especies, cubriendo apenas el 2,7% del total.

El informe destacó que la Dirección de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad no proporcionó los documentos solicitados, como planificaciones estratégicas e informes de gestión.

La AGN subrayó la necesidad de mejorar la transparencia y la difusión de información en la página web del programa. 

Además, advirtió sobre la insuficiencia de recursos humanos para la conservación de especies y la lucha contra la caza furtiva.

Regulación de la caza y comercio de fauna silvestre

La Ley Nacional de Conservación de la Fauna Silvestre (22.421) es la encargada de regular la protección de especies y establecer sanciones para la caza ilegal.

A la legislación nacional se le suman leyes provinciales, que complementan la normativa y se adaptan a las necesidades locales.

La caza furtiva está penada con sanciones que pueden incluir multas económicas, confiscación de equipo y productos derivados de la caza ilegal, e incluso penas de prisión en casos graves.