La pobreza en América Latina bajó a niveles pre-pandémicos
Un informe de la CEPAL muestra que los números de pobreza son mejores a los de años anteriores, aunque advierten sobre problemáticas en relación al trabajo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó el Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023, un documento anual creado por la División de Desarrollo Social de la Cepal. En el informe indica que, durante 2022, se continuó el proceso de recuperación tras la crisis económica provocada por la pandemia.
Durante el año pasado, el 29% de la población de América Latina se encontraba bajo la línea de la pobreza, y un 11,2% vivía en condiciones de pobreza extrema. Estos números indican una mejora en relación a los números del 2021, 32,6% y 13,0%, respectivamente; y son también mejores a los números anteriores a las pandemia (2019) donde el 30,2% de la población se encontraba en situación de pobreza y el 11,3 en situaciones de pobreza extrema.
Casi un tercio de la región está en situación de pobreza, número que se eleva entre la población infantil y adolescente alcanzando el 42,5%. La pobreza también es más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales.
Más de 180 millones de personas en nuestra región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, entre ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos.
En esa línea, datos de las encuestas de hogares y empleos de la región presentes en el informe, indican que de las 292 millones de personas ocupadas en la región, el 17% de los ocupados se encuentra en situación de pobreza, 4 de cada 10 percibe ingresos laborales inferiores al salario mínimo establecido en cada país.
Trabajo informal
Además, del total de personas ocupadas un 50% se encuentra en empleos informales, número que aumenta entre los jóvenes de 15 a 29 años y en personas de más de 65. En 2022, el 39% de los hogares en la región dependían exclusivamente del trabajo informal.
La participación laboral en la región se incrementó levemente a comparación del 2021, 64,0%, en 2022 contra 63,7% del año anterior. De todas formas, sigue siendo menor al registrado el año anterior a la pandemia (64,7%). Por otro lado, la desocupación se redujo a niveles pre-pandemicos, aunque las proyecciones para 2024 muestran un aumento de la desocupación, que crecería del 6,3% al 7,1%.
Mientras que la participación laboral de los hombres es de 74,5%, la de las mujeres apenas alcanza el 51,9%. Además, entre las mujeres la tasa de desocupación alcanza el 8,6% en comparación al 5,8% de los hombres.