Más del 75% del sector público pudo trabajar durante el aislamiento
La Secretaría de Gestión y Empleo Público publicó los resultados de un sondeo realizado en abril sobre la adaptación de los trabajadores estatales. A pesar de que la gran mayoría pudo seguir con sus labores, pidieron que el Estado colabore con créditos para poder mejorar la tecnología con la que cuentan en sus casas.
La Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación lanzó los resultados de una encuesta en la que se indagó cómo se habían adaptado al trabajo a distancia los integrantes de la Administración Pública Nacional (APN). Más del 75% de los consultados aseguraron que pudieron mantener sus tareas.
• ¿Cuál es el futuro del teletrabajo en el sector público?
En el documento se explica que “el Trabajo Remoto llegó a la APN a los empujones y, conforme pasó el tiempo, se acomodó con mayor o menor dificultad”. Además, sostiene que, al vivir esta experiencia, los empleados saben dónde se hallan los puntos fuertes y los débiles y, sobre todo, “quieren que su voz sea tenida en cuenta a la hora de la toma de decisiones respecto a la implementación del mismo”.
• ¿Cómo será un día de teletrabajo?
Entre las 17 mil respuestas, “hay personas que hallaron fuertes dificultades para realizar sus tareas laborales habituales, y una buena cantidad de casos, tuvo que modificar abruptamente usos y costumbres privativos de la más absoluta intimidad y organización del hogar”.
• El teletrabajo y la importancia de la desconexión
Entre las debilidades, algunos trabajadores sugirieron que el Estado debería ofrecer préstamos para comprar equipamiento. La propuesta fue la de implementar programas específicos que otorguen créditos a baja tasa y de fácil acceso. “Estas líneas de crédito, sugieren, podrían implementarse a través de entidades financieras públicas y las cuotas podrían descontarse mensualmente de los salarios hasta cubrir la totalidad del préstamo”, indicaron.
Un punto interesante es que, aquellos que apoyan el trabajo remoto, sostienen que el pasaje de una a otra modalidad requerirá la readaptación o la concepción de nuevos procesos “capaces de generar condiciones que permitan la implementación del trabajo por objetivos específicos, cuantificables y mensurables que redundarán en una mayor productividad y efectividad frente a los resultados obtenidos bajo el tradicional cumplimiento de un horario”.
• Teletrabajo en el Estado: entre pedidos de capacitación y la “generosidad” del personal
Para muchos de los consultados, los aspectos positivos de la experiencia de trabajo remoto se vinculan especialmente con la percepción global de la misma, los niveles de productividad, los tiempos y costos de traslado al lugar de trabajo, la salud psíquica y física, el trabajo en equipo, la comunicación, y el impacto del trabajo remoto en la salud del ambiente.
También aclararon que los puntos negativos se relacionan fundamentalmente con los problemas de naturaleza tecnológica: carencia de equipamiento, problemas de conectividad, acceso remoto, uso de plataformas y sistemas, y fallas detectadas desde las áreas de soporte informático.
Además se detectó negativamente “aspectos afines a la adaptación de tareas, dificultades en el ámbito doméstico, la extensión de la jornada laboral, el desempeño del Estado, la cantidad de trabajo, el vínculo con los superiores, la capacitación, y la ausencia de mobiliario y espacio físico adecuado para desarrollar las tareas”.