La Fundación Éforo organizó una charla sobre el teletrabajo y su aplicación en el sector público. El secretario general de APOC Mesa Nacional y presidente de Éforo, Federico Recagno, hizo hincapié en la necesidad de "discutir qué herramientas tecnológicas incorporar y exigirlas", pero también marcó la importancia de "redefinir al Estado de una buena vez, que sea inteligente para poder complementar el trabajo presencial con el teletrabajo".

El presidente de la Éforo también hizo foco en las brechas estructurales que tiene el país y que, si no se lo controla, el teletrabajo puede ampliar. Por ejemplo, hoy los puestos directivos son los más capacitados para pasar a esta modalidad y “el 70% de este grupo son hombres”. “Es probable que exista una desigualdad de género también en el trabajo remoto”, indicó.  

Una de las oradoras fue Carla Pitiot, diputada nacional mandato cumplido y secretaria de Igualdad de Oportunidades y Trato de la Seccional Nación de APOC, quien explicó que “hay un Estado que, más allá de sus debilidades, tuvo que revalorizarse, siguió funcionando y está dando respuesta”. 

“El teletrabajo es una modalidad que no vino para quedarse de la manera que se está transitando”, reflexionó Pitiot. Para la Diputada (MC) es más probable que en el futuro cercano, algunas labores se sigan haciendo a distancia ya que “al trabajador se le facilitan tareas, es novedoso y es conveniente para poder realizarlos de forma parcial”.

¿Cuál es el futuro del teletrabajo en el sector público?

Por su parte, Veronica Funes, coordinadora de Teletrabajo del Ministerio de Trabajo de la Nación, explicó que “es una modalidad no tan difundida y siempre relegada para el futuro”. “Tenemos una oportunidad muy grande porque en la actualidad lo practica una franja etaria muy chica, dos o tres veces por semana”. 

Para la funcionaria, el coronavirus “hizo tener una emergencia distinta” que confluyó en una “condición poco ideal para implementar el teletrabajo” ya que "faltaron análisis previos, digitalización y hay escasez de infraestructura”. 

La diputada nacional, Dolores Martínez, en su exposición, consideró que la ley de teletrabajo discutida en el Congreso nacional comenzó a saldar algunas cuentas: la definición como modalidad, la igualdad de los derechos de las personas que trabajan a la distancia y las que no y la incorporación de aspectos específicos para que el teletrabajo sea una cuestión digna.

Para Martínez, “hay una reingeniería del mundo laboral que puede traer riesgos, tanto en el sector público como en el privado" y que por eso "al teletrabajo se lo tiene que pensar estratégicamente como una política pública”. Sin embargo, la diputada reconoció que en la Administración Pública no es fácil de aplicarlo porque hay distintos niveles: administraciones provinciales, municipales, entes autárquicos, organismos descentralizados. “Hay que estandarizar ciertas herramientas para los tres poderes del Estado porque la forma de gestionar cambia radicalmente entre uno y otro”. 

En último turno, Rubén Ramos, secretario General de Asociación Gremial de Abogados del Estado (AGAE) explicó que la introducción del expediente electrónico en el Estado “fue un paso muy importante que llevó mucho tiempo y hasta el día de hoy todavía hay interrogantes”. Pero que a pesar de las complicaciones, “por este mecanismo se puede seguir trabajando a distancia”, remarcó. 

“Tenemos que ir a un sistema dual en el que podamos combinar trabajos a distancias y presenciales y la pandemia aceleró esos los tiempos” concluyó Ramos.