El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es un sistema especial para que los proyectos de más de U$S 200 millones en el país tengan beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios. Es uno de los capítulos que más discusión genera dentro de la Ley Bases. Ya fue aprobado en la Cámara de Diputados y pasó al Senado, sin descartar que se consideren algunas modificaciones.  

El RIGI sería aplicable solo para las grandes inversiones en los sectores de agroindustria, infraestructura, forestal, minería, gas y petróleo, energía y tecnología. Aunque le da la potestad al Ejecutivo Nacional de incluir nuevos sectores. Sería aplicable en todo el territorio y declara de interés nacional a las grandes inversiones que cumplan con los parámetros del régimen. 

Las inversiones que se den dentro del RIGI pagarán un 25% por Impuesto a las Ganancias en lugar del 35% que establece la ley; no abonarán derechos a la importación, lo que les permitirá importar sin depositar nada a diferencia de cualquier otra empresa; y contarán con derechos de exportación de 0% a partir del tercer año de la inversión. Tampoco estarán obligados a ingresar y/o liquidar los dólares obtenidos por las exportaciones. Esta excepción se da por el 20% del total a partir del primer año, 40% en el segundo y 100% desde el tercer año.

Según lo enuncia el proyecto, el RIGI busca incentivar las grandes inversiones nacionales y extranjeras, favorecer la creación de empleo, generar condiciones de previsibilidad, estabilidad y de competitividad en el país para atraer inversiones, y otorgar seguridad jurídica y protección especial para el caso de eventuales desviaciones y/o incumplimiento por parte de la administración pública y el Estado al RIGI.

El RIGI establece que las condiciones y beneficios se garantizan por 30 años.

Un dato no menor: el RIGI establece que las condiciones y beneficios se garantizan por 30 años. “La estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria prevista en el presente tendrá vigencia durante los 30 años siguientes a la fecha de adhesión".

Con respecto al control, la Autoridad de Aplicación será designada por el Ejecutivo (Art. 55), y deberá hacer seguimiento y controlar que se cumpla el monto de inversión mínima antes de la fecha límite; el cumplimiento de la inversión realizada dentro de los dos primeros años contados desde la fecha de notificación del acto que aprueba la adhesión al RIGI; el cumplimiento de las demás obligaciones que surgen del RIGI; y la adecuada utilización de los incentivos por parte de los Proyectos Adheridos.

A dos voces

El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones es uno de los artículos que más discusión, controversia y opiniones ha generado desde la presentación de la Ley de Bases. Los extendidos beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios, y la diferencia con la industria nacional, la generación de empleo y el desarrollo productivo del país, son los principales puntos de conflicto. 

“Lo primero que me parece importante destacar es la advertencia que ha hecho el Grupo de Acción Financiera Internacional sobre que el RIGI es un camino de acceso a la plata sucia del lavado, de la venta de drogas, del tráfico de armas y de la trata de personas, ya que no garantiza la trazabilidad del dinero. Esto también hace a la seguridad jurídica que se suele defender y que acá se vulnera indudablemente”, señaló el diputado de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Pulti. Además, sostuvo que “los países a los que se va a invertir son los países que dan garantías para los negocios lícitos, no en los que puede competir la inversión lícita con el dinero del lavado”.

Sin embargo, para la diputada nacional por Córdoba Laura Rodriguez Machado, la implementación del RIGI traerá inversiones en Argentina a gran escala: “En los últimos años hemos visto cómo las empresas abandonan nuestro país. Lo hicieron las grandes firmas y después las pequeñas. Este régimen busca generar seguridad jurídica mediante incentivos en materia tributaria y fiscal para desembolsos que superen los U$S 200 millones en diferentes sectores”. La legisladora asegura que el régimen “consolida un no cambio de reglas de juego jurídicas por un periodo de tiempo. Algo que es normal en otros países y en Argentina necesita de una ley especial”.

Sobre los beneficios impositivos

Con respecto a la reducción del Impuesto a la Ganancia, el no pago de derechos de importación y la eximición del pago de retención que recibirán los proyectos que ingresen en el RIGI, Gustavo Pulti explicó: “Una empresa que está en la Argentina produciendo va a pagar 35% de Ganancia, tener aranceles, retenciones, dar cuenta de la trazabilidad integral de sus formas de financiamiento, todo esto frente a los privilegiados del RIGI los pone fuera de competencia”. 

Esta concatenación de normas a cambio de las cuales no se exige nada, no tiene ninguna condición de agregar valor, de generar trabajo o reinversión en Argentina. No tiene ningún fundamento si se lo mira desde el punto de vista del interés nacional, del interés del desarrollo económico o del interés del desarrollo del trabajo”, añadió y denunció que el RIGI es "un proceso de entrega del patrimonio nacional y muy claro: se entrega el petróleo, el litio, la pesca”.

Por su parte, la diputada por Córdoba sostuvo que “Argentina tiene innumerables beneficios en este sentido y aún más extendidos en el tiempo, como el régimen de promociones de Tierra del Fuego, también creado por ley del Congreso y que lleva 52 años. Hay muchos otros y mucho más discutidos como la exención del Impuesto a las Ganancias de los ingresos de magistrados y funcionarios de los poderes judiciales nacionales y provinciales. En este caso son beneficios generales para inversión de capitales que hace años en Argentina no llegan”.

Con respecto a la industria nacional, Rodríguez Machado aseguró que “también se verá beneficiada ya que los insumos para construcción, materiales o servicios serán provistos por la propia industria nacional en una sinergia habitual que ocurre en todos los países del mundo.”

Cómo impactará en el trabajo

Sobre el trabajo y la generación de empleo, Pulti advirtió que el RIGI va a impactar negativamente “como está impactando toda la política económica” y argumentó que “va en detrimento de la industria que agrega valor. Son privilegios para extraer riquezas en bruto, sin industrializar, sin agregar valor, entonces será más negocio su margen de extractivismo que agregar valor en la industria

Rodríguez Machado, por su parte, defendió que “los empleos se generan por la radicación o generación de inversiones de origen productivo. Los países que quisieron generar empleo privado aceleraron e incrementaron el proceso de inversión extranjera en su país. Es la medida más extendida mundialmente de crear fuentes de trabajo. Desde China a EEUU, pasando por Japón o países europeos utilizan esta receta”.