El Tribunal de Cuentas de Santiago del Estero organizó el Segundo Encuentro sobre Gobernanza Digital y Control de Gestión, destinado a municipios de segunda y tercera categoría. El foco de la capacitación estuvo puesto en la administración, gestión y rendición de cuentas del Fondo de Financiamiento Educativo, a través del Sistema de Administración y Rendición de Cuentas, que se implementó este año. 

“Estamos transitando el proceso de digitalización, pero las cosas no son inmediatas. Estamos en un momento de aprendizaje y adaptación a las tecnologías modernas”, explicó, en diálogo con El Auditor.info, el presidente del tribunal de cuentas santiagueño, Martín Díaz Achával. 

El punto de inicio para esta transición desde el papel hacia lo digital es el Fondo de Financiamiento Educativo, que son transferencias indirectas desde la Nación hacia los municipios de Santiago del Estero y se hace contra rendiciones. “La idea es que durante el último trimestre del año, la rendición sea 100% digital. Pero es una consecuencia directa de que ya se administre de esa manera, desde la carga de datos, los ingresos de los fondos hasta la documentación correspondiente”, analizó Achával. 

Al evento, que realizó durante la última semana de junio, asistieron 17 intendentes sobre un total de 21 municipios. Para las autoridades del Tribunal de Cuentas, eso es “una muestra de compromiso”.

Con la digitalización, “los municipios ahorran traslado, viáticos, impresiones y muchos otros gastos”.

Los intendentes nos pidieron que las reuniones sean mensuales y que apuremos los trámites, pero se nos vienen las elecciones”, agregó el presidente del organismo de control. 

Sucede que, más allá de la adaptación a los cambios, la rendición de cuentas digital es un beneficio para todos los municipios. “En algunos casos tienen que hacer casi 4.000 kilómetros entre todas las rendiciones que hay durante el año. De esta manera, los municipios ahorran traslado, viáticos, impresiones y muchos otros gastos”, celebró Achával. 

Según el titular del Tribunal, el proceso de digitalización no tiene resistencia y es una decisión tomada. Sin embargo, pueden aparecer problemas “por costumbres instaladas” en el trabajo diario que van desviando el marco normativo de cómo se deben desarrollar las tareas para las rendiciones. 

“Hay buena voluntad, pero el proceso lleva tiempo. La decisión política está tomada y los municipios la hicieron propia. Los únicos problemas que podemos tener son operativos, pero se van resolviendo. Nuestro sistema se puede modificar y también se pueden cambiar las normativas vigentes, que fueron hechas para el papel y deben actualizarse”, concluyó Achával.