Un proyecto que promueve la pasión por el skate y la educación
El trabajo de un grupo de voluntarios en el Barrio Mugica busca despertar vocaciones y brindar más oportunidades a los niños y jóvenes de la comunidad.
En el corazón del Barrio Mugica, ex Villa 31 de Retiro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un proyecto llevado adelante por jóvenes voluntarios une la pasión por el skate y el aprendizaje: la "31 Escuela de Skate" y "Apoyo Escolar Barrio 31" trabajan en conjunto a través del skateboarding como herramienta de cambio social y brindan apoyo educativo a niños y jóvenes en situación vulnerable. Basados en la cultura skater, y fomentando el derecho a la educación, hace ya casi cinco años que demuestran que la participación ciudadana, el empoderamiento y la transformación pueden encontrar su hogar en las calles.
El proyecto busca despertar vocaciones y brindar más oportunidades a los niños y jóvenes de la comunidad. Más allá de enseñar los fundamentos técnicos del skateboarding, tienen el objetivo de cultivar la autoestima, el trabajo en equipo y el espíritu de superación. Con el apoyo de voluntarios y skaters profesionales, los 60 niños, niñas y adolescentes que participan en las clases de los sábados descubren en el skateboarding una vía de expresión personal y una forma de enfrentar desafíos. La “escuelita” logró consolidarse como un espacio seguro donde se fomenta la creatividad, el respeto y la inclusión.
Johana, madre de uno de los alumnos, dijo ante El Auditor.info: “Agradezco el apoyo incondicional hacia mis hijos y hacia todos los niños del barrio 31. Cada sábado los esperamos con mucha alegría. Gracias a esta propuesta ellos tienen recursos y el apoyo para poder realizar muchas actividades. Queremos agradecer también el apoyo que tuvimos durante la pandemia, cuando los profesores trajeron tablets y ayudaron con clases online para que los chicos puedan estudiar. Esperamos que esto siga y que nunca se termine”.
Es que el proyecto no se quedó quieto durante la pandemia, sumando tutorías a través de internet y colectas solidarias con las que consiguieron equipar con dispositivos electrónicos a los chicos para que puedan seguir estudiando. Una vez pasada la cuarentena, las actividades educativas se consolidaron como parte de la propuesta.
“Formamos una familia de voluntarios muy diversa, con un gran compromiso y objetivos claros. Somos una red de contención humana, que está siempre presente en la rutina y en la vida de los chicos. Además tenemos una tarea muy importante que es la de alfabetizar, fomentar el estudio entre los niños y desarrollar valores a través del skateboarding, como la perseverancia y el compañerismo”, manifestó Catalina, una de las profes voluntarias.
Melani, otra de las profes, dijo: “El proyecto es un espacio donde pueden desarrollarse como niños, divertirse y compartir con otros: es una actividad extracurricular en donde desarrollan su aprendizaje motriz, cognitivo y de valores. También es un espacio de contención para muchos de ellos, donde pueden expresarse”.
Tanto esfuerzo va dejando sus frutos, con alumnos que van ganándose un lugar en el circuito del skate. El pequeño Bhil Duarte, con sólo 6 años, fue coronado en el II Campeonato Sudamericano realizado en Paraguay; Erik Fleitas recibió una invitación a participar de una clínica de skate en Ecuador y Román Miranda fue convocado a formar parte del seleccionado de skate de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyo entrenador es Jorge “Ladas” Amarilla, gran skater argentino consagrado en la escena local e internacional. Estas jóvenes promesas son sólo una muestra del progreso que tienen todos los participantes del proyecto.
Las actividades son gratuitas y se sostienen gracias al aporte solidario y desinteresado de muchas personas, marcas y skateshops a través de las cuales se consiguen las tablas, elementos de skate, protecciones, útiles escolares y juegos didácticos. Las clases comienzan con dos horas de apoyo escolar, en las que la lecto escritura y la matemática se mezclan con juegos que fortalecen su aprendizaje y el vínculo con la escuela. Luego, se trasladan a la “Cancha de Ledesma”, en donde montan obstáculos móviles para armar una pista en la que se desarrolla la práctica de skate.
Hace algunas semanas, la Federación Argentina de Skateboarding presentó una nota ante las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires solicitando la construcción de más y mejores espacios destinados a la práctica del skate en la zona donde se desarrolla el proyecto. Es que, la comunidad skater junto a las familias, alumnos y voluntarios de la 31 Escuela de Skate entienden que, en el marco de las reformas en marcha para la urbanización del barrio, hay una gran oportunidad para consolidar un espacio seguro para la práctica del deporte y, a la vez, construir un puente para profundizar la integración social.
Para los próximos días, proyectan una serie de actividades para lanzar la campaña “Un skatepark para la 31”. Adrián Guerra, otro de los voluntarios, dijo: “Queremos lograr que todos los alumnos vayan convirtiéndose en profesores de este mismo proyecto, para expandirlo a otros barrios, haciendo crecer esta movida de participación y pasión por el skate y la educación”.