Según el INDEC, la economía del conocimiento generó ingresos por USD 7.817 millones durante 2022. En total se registraron 486.700 empleos asalariados formales, con un nivel de ingreso anual promedio que ronda los USD 20.200. Estas cifras posicionan a Argentina como el segundo exportador de la región, detrás de Brasil, y número 38 a escala mundial.

La economía del conocimiento, junto con la economía naranja, ofrecen oportunidades significativas para el crecimiento económico, generación de empleo, innovación y promoción de la cultura y la creatividad. En definitiva, estos sectores cuentan con un potencial valioso para promover la inclusión social en Argentina. 

Las economías creativas refieren a un tipo de circuito de producción donde se reconoce y fortalece la idea del valor creativo. Precisamente, la creatividad incluye el talento, la innovación, el intercambio de ideas y, además, posiciona al diseño y el desarrollo de proyectos como elementos protagónicos en la producción de todo bien y/o servicio.

Economía naranja 

La economía naranja, creativa o de la cultura, es un concepto que se refiere al conjunto de actividades económicas relacionadas con la generación, producción y comercialización de bienes y servicios que tienen como base la creatividad, el talento y el capital intelectual. Se basa en la producción e intercambio de productos y servicios culturales, artísticos y creativos.

En este sentido, abarca una amplia gama de sectores: cine; música; teatro; danza; moda; diseño; arquitectura; publicidad; videojuegos; animación; literatura y arte, entre otros. Estas actividades no solo generan valor económico, sino que también promueven la diversidad cultural, la identidad y el desarrollo humano.

Cabe destacar que dentro de la economía naranja, el valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.

Disparidad de género

Según datos del Observatorio Permanente de Software y Servicios Informáticos (OPSSI), en 2021 las mujeres ocuparon, en promedio, solo el 30% de los empleos en la industria del software en Argentina. 

A su vez, los puestos de trabajo de la economía del conocimiento se caracterizan por ser empleos de alta calidad, bien remunerados, con buenas condiciones laborales en las que se fomenta la educación y formación continua. Aun así, existen sectores específicos en que la situación se muestra más inequitativa para las mujeres y disidencias. Por ejemplo, en las actividades cinematográficas sólo el 8% de los empleados son mujeres, en publicidad e investigación de mercado sólo el 14%, y en Software y Servicios Informáticos (SSI) el 20%.

El Auditor.info dialogó con Vanessa Ragone, presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica. La productora aseguró que “es muy lenta la evolución de la participación” de las mujeres, y agregó que la intervención de las disidencias “es casi inexistente”. 

“Las disidencias terminan participando casi por ser disidencia”, subrayó Ragone. A su vez, mencionó que estos grupos siguen teniendo participaciones tangenciales. 

Por otro lado, la titular de la Cámara mencionó que el desafío principal que enfrenta la economía naranja es “lograr tener un financiamiento en tiempo y forma es fundamental y trascendental”.

“Trabajamos a diario para hacer que lo económico y lo productivo funcionen razonablemente bien acorde a las necesidades narrativas”, completó.

Desarrollo con inclusión

La economía del conocimiento tiene un gran potencial para impulsar el desarrollo con inclusión en diversas áreas. Esta forma de economía se basa en la generación, aplicación y difusión del conocimiento como recurso fundamental para el crecimiento económico y social.

Del Instagram de fundacioneforo

Fundación Éforo compartió un nuevo desayuno de trabajo junto a especialistas y organizaciones de la sociedad civil para intercambiar datos y opiniones sobre cómo impactará la economía naranja en el futuro del trabajo y, principalmente, en el de las y los trabajadores. Estuvieron presentes en el evento: 

  • Vanessa Ragone, presidente Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica.
  • Francisco Abramovich, director nacional de Financiamiento PYME.
  • Nika Pedro, presidente del Foro Internacional de la Discapacidad.
  • Esteban Sargiotto, director del Observatorio del Trabajo Informático (AGC)
  • Camilo López, docente, CEO en Good People Studio
  • Lucía Tenaglia, abogada especialista en ciberdelincuencia, evidencia digital y nuevas tecnologías.
  • Carlos Guillermo Guerrero Issa, planificador y analista de rentabilidad de proyectos del Teatro Colón
  • María Emilia Marroquín, coordinadora general de El Obrador Centro Creativo
  • Federico Recagno, presidente Fundación Éforo
  • Carla Pitiot, vicepresidenta Fundación Éforo
  • Fabián Méndez, coordinador general Fundación Éforo
  • Hernán Caram, encargado de informes socioeconómicos.