Los distintos discursos sobre el crimen y sobre el criminal deben entonces ser registrados y comprendidos en la creencia de que la única brújula orientadora está dada por la previa intelección de las demandas de orden y de disciplina planteadas por nuestra sociedad. Pavarini advierte no sólo esto sino, además, la existencia de problemas centrales que aún no han sido encuadrados en forma correcta. Mencionemos algunos: es necesario saber si existe y cuál debe ser la referencia objetiva en criminología; si se puede poner como fundamento de la nueva criminología y de la política criminal emancipatoria una teoría de las necesidades; saber cuáles relaciones deben establecerse entre ciencia penal y criminología crítica, etc.

Abordar y resolver estos problemas aparece pues como condición indispensable para conseguir lo que Pavarini designa como su esperanza, esto es, encontrar, o al menos buscar, un fundamento más seguro y menos contingente para una ciencia criminológica emancipadora. Es que ya no basta con mostrar el rostro violento de la represión de clase; por el contrario, ha llegado el momento de comprometerse en la contrucción de un conocimiento crítico de la cuestión criminal, el cual pueda proponerse en términos positivos como ciencia de las transformaciones y de la liberación.

Sobre el autor

Es profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad de Bologna, Italia, desde noviembre de 2000. Se desempeña, además, como asesor honorario de instituciones de gobierno en temas de derecho y seguridad ciudadana. Pavarini ha escrito numerosos trabajos y es un referente teórico fundamental en el desarrollo de la nueva criminología. El autor ha centrado su análisis en el visible aumento de la población penitenciaria durante la década del 90 y en cómo este incremento, que llega al ciento por ciento en los países no desarrollados, es consecuencia directa de las falencias del sistema represivo de la sociedad cuestionado por la criminología crítica.