Esto representa la prohibición de su uso en 16 mil hectáreas en zona urbana y otras 12 mil en zona rural. Andrés Sobredo, concejal municipal, dialogó con Gestionpublica.info y expresó que lamentablemente este producto fue fomentado por el propio Estado en su utilización. Aconsejaron a los productores a aplicarlo. Pero llegó el momento de cortar con este producto porque quedó demostrado por la Organización Mundial de la Salud que su uso es cancerígeno. Hay hechos concretos, científicos que lo demostraron.

Según Sobredo, en la localidad el uso abusivo de este producto hace que muchas personas y ciudadanos tengan problemas de salud. Este agroquímico causa cáncer, celiaquía, enfermedades renales crónicas, depresión, problemas en los embarazos, linfoma no Hodgkin y parkinson.

Luego de una acalorada sesión de 3 horas, se aprobó esta iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo local, con 9 votos positivos y 3 votos negativos, correspondientes al bloque de Cambiemos.

Es un paso importantísimo esta normativa, no solamente desde lo ambiental sino desde lo social, debido a los reclamos. Es un tema de salud pública, de afecciones y de ambiente. La idea es generar un margen amplio de protección de la salud colectiva ante estos venenos, expresó Mariana Farfán, concejal de Gualeguaychú, en comunicación con Gestionpublica.info.

Desde el bloque de Cambiemos presentaron un proyecto de ordenanza donde se disponía la prohibición del uso solo en el casco urbano. Pero en este caso, ¿con qué criterio podemos dejar afuera las zonas más vulnerables como las rurales? ¿Cómo vamos a desproteger una zona donde viven niños, familias, docentes? Acá está el caso de Estela Lemes que fue fumigada, aseveró Farfán. Estela Lemes fue rociada con glifosato en 2012 cuando un avión fumigador pasó a pocos metros de la escuela donde ella era directora. Desde ese momento sufre consecuencias neurológicas y físicas.

Antes del debate, el proyecto se trabajó durante todo el verano. Cada semana el Concejo Deliberante recibió actores interesados, como universidades, científicos, vecinos, organizaciones sociales y ambientales, entes estatales.

También estuvo presente el Doctor Damián Marino, de la Universidad de La Plata. Esto nos sirvió para ratificar todos los efectos dañinos del glifosato. Hasta el Papa habla de los agrotóxicos. Estamos ante un nuevo paradigma de agroecología y vamos a sacar otra ordenanza sobre agroquímicos, enfatizó Farfán.

Por su parte, representantes de entidades rurales manifestaron su rechazo a la ordenanza y evalúan presentar un recurso de amparo. Matías Martiarena de la Federación Agraria, Walter Feldkamp de la Sociedad Rural Argentina y José Colombatto de la Sociedad Rural Gualeguaychú, destacaron que trabajan con asesores legales para decidir los pasos a seguir y pidieron que el municipio devuelva la plata obtenida por la cosecha de soja.

Como ejemplo, a principios de abril el Centro de Producción de Alimentos Municipal (CePam) de Gualeguaychú, cosechó 25 mil kilos de frutas y verduras sin utilizar agrotóxicos. Estos alimentos son para abastecer jardines, comedores e instituciones sociales y educativas.