“Pese al correcto sistema de distribución de notebooks, solo el 42% de los alumnos encuestados dice haberlas usado en clase” dice el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) que analiza la gestión del programa Conectar Igualdad. 

Para evaluar el período 2010-2013, el equipo realizó un muestreo de establecimientos educacionales en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, y Tolhuin, Tierra del Fuego. A través de 1382 formularios anónimos recabó información de 25 directores, 259 docentes, 16 referentes tecnológicos escolares y 1082 alumnos. 

A su vez “el 57% de los alumnos afirmó que ningún profesor utiliza la computadora para dictar clase y el 71% detalló que no es obligatorio llevarla a clase”. Por su parte, el 74% de los docentes dijo incorporar las máquinas como herramienta de capacitación haciendo que “los chicos compartan las notebooks en determinadas clases”. 

Otro de los puntos destacados por el equipo de la AGN fue “la eficiencia del circuito de almacenamiento, logística, distribución y presecuritización de las notebooks” ¿Qué significa éste último término? Que las laptops del programa son preenlazadas al servidor escolar y antes de los 300 encendidos la computadora debe ser reconocida por el servidor de la escuela, de lo contrario será bloqueada.

Según se afirma en el informe aprobado en agosto de 2016, “las instancias se encuentran adecuadamente descriptas, el personal que interviene está identificado y tiene responsabilidades claramente asignadas”. 
De hecho, éste circuito fue revalorizado también por los Referentes Técnicos Escolares encuestados que, en un 69%, afirmaron no tener inconvenientes en la recepción de las notebooks.

No obstante, el equipo de auditoría detectó que el sistema de reclamos por reparaciones de equipamiento “no es único ni homogéneo” ya que se encuentra habilitado un método formal, el aplicativo CONING, y uno informal, un correo electrónico. Esta situación “puede ocasionar inconvenientes, retrasos en el trámite de arreglo e impide establecer indicadores de calidad y funcionamiento”.

El 46% de los alumnos encuestados afirmó que “la demora en la reparación de notebooks supera los tres meses, hecho que resulta excesivo en relación con el periodo escolar”.

En varios convenios de cooperación, las Provincias aceptaron que estén bajo su responsabilidad las tareas de administración y conservación de la red escolar, los servidores y los dispositivos de acceso inalámbrico. Pero en un informe de seguimiento, realizado en septiembre de 2011, revela que “las dificultades con la instalación y el funcionamiento de los pisos tecnológicos se convirtieron en el principal obstáculo, afectando los objetivos del programa”.

Además, para que Conectar Igualdad funcione correctamente el servicio de intranet resulta necesario, ya que las notebooks se relacionan con los contenidos elaborados por los docentes a través de esa red interna. Sin embargo, “el 63% de los Referentes Técnicos indicaron que el servicio funciona de manera regular”.

En relación, del relevamiento realizado por la AGN se desprende que 8 de 25 establecimientos “no tienen designado un Referente Técnico”. En consecuencia, no poseen personal abocado a la tarea de administrar la red de internet y a efectuar los reclamos al soporte técnico del programa. Su designación “estaba a cargo de cada jurisdicción”. 

Sobre las capacitaciones que debían recibir los Docentes, Referentes Técnicos y Coordinadores de equipo, el Programa “no pudo determinar cuántos recibieron la formación”. El dato se desprende de la información obtenida del Ministerio de Educación que “para el período 2010 - 2012 realizó cursos pero sin precisar la fecha, el lugar y la cantidad de asistentes”.

El punto positivo es que “el 69% de los docentes encuestados recibió capacitación específica sobre el uso de las notebooks” aunque el 60% de los directivos afirmó que la formación era “regular”.

Por último, hay dos observaciones que llaman la atención. Por un lado, hay escuelas especiales  que “no obtuvieron el kit completo de tecnología adaptativa”, por el otro, “no se hizo un informe de situación previo a la llegada de las notebooks a partir del cual realizar un seguimiento periódico que determine el impacto de que genera en la educación”.