La Auditoría de Dinamarca evaluó en 2014 cómo supervisan tanto el Ministerio de Trabajo como la Dirección del Ambiente de Trabajo los riesgos psicosociales que ocurren en los entornos laborales y destacó que los organismos deben fortalecer el control en las empresas. 

Los factores psicosociales son los que los empleados padecen a través de “la intimidación, violencia o amenazas” y cuyas consecuencias desencadenan en “síntomas de estrés o depresión”. La existencia de estos riesgos en las organizaciones afectan, además de a la salud de los trabajadores, al desempeño del trabajo como tal.

Según una encuesta realizada por el Centro de Investigación Nacional de Dinamarca, “el 14,6% de los empleados” sufrió estrés, acoso y malestar físico y psíquico como resultado de una mala organización del trabajo. 

La investigación indica también, que “aproximadamente una quinta parte de todas las bajas por enfermedad –a largo plazo- es causada por el ambiente de trabajo psicosocial”. 

Las consecuencias no solo las sufre el empleado, sino también la empresa. Es que se destinan grandes “gastos por prestaciones de enfermedad” así como “riesgos de jubilación anticipada”. 

Si bien las compañías danesas son las que tienen “la responsabilidad de asegurar que sus empleados no estén expuestos a riesgos de seguridad o salud causados por factores relacionados con el entorno laboral”, el Ministerio de Trabajo y la Dirección del Ambiente de Trabajo son los encargados de supervisar a las empresas. 

¿Cómo? A través de factores como “las cargas de trabajo, la presión excesiva para cumplir los plazos establecidos, las amenazas y los riesgos de violencia”. 

Sin embargo, la Auditoría considera que los organismos responsables “deben fortalecer el control del ambiente de trabajo psicosocial en las empresas”.