Por falta de normas, la Administración de Puertos tiene facturas sin cobrar desde el año 1999
La AGN no pudo saber qué procedimiento usa el ente portuario para decidir cuándo un crédito común pasa a la categoría “moroso” y habilitar así la vía judicial. Hay terminales que deben más de $ 2 millones. Al no haber cruce de datos con Aduana, el control de las tasas se hace sobre lo que dicen las empresas. La seguridad informática es “escasa o nula”.
Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), hay una empresa estatal que no tiene por costumbre “previsionar créditos morosos”, es decir, computar deudas de larga data como pérdida en sus balances, a pesar de contar con facturas pendientes de cobro que están fechadas en el año 1999.
Se trata de la Administración General de Puertos S.E. (AGP), y, para el organismo de control, la “antigüedad” de estos créditos detectados “ameritan el análisis de su recuperabilidad”.
El tema es que la AGN descubrió que la empresa carece de una herramienta clave para revisar su “política”: “No se obtuvo procedimiento que establezca la forma, momento y condiciones de reclasificación de los créditos comerciales comunes a morosos, en gestión prejudicial y judicial”, dice el informe aprobado este año, que analizó el balance de la Administración de Puertos correspondientes a 2012.
Entre esas deudas, la investigación enumera el caso de la Terminal 1 y 2 que tiene “créditos morosos que datan de los años 2004 a 2010 por un total de $ 2.066.577,24, el cual incluye siete facturas por $ 1.576.087,43 que fueron recurridas o rechazadas por dicha Terminal, encontrándose en revisión en la Gerencia Comercial de AGP desde el año 2005, sin haberse resuelto la cuestión”.
Además, aparece en la lista la Terminal 5, con un saldo pendiente al 31 de diciembre de 2012 por $ 1.469.627, conformado por tres facturas (dos de 1999 y la restante de 2005) y, sobre esto “se nos ha informado (dice la Auditoría) que la cuestión se encuentra pendiente de resolución en la Gerencia Comercial de AGP, desde hace varios ejercicios”.
Ante estas observaciones, la Administración de Puertos respondió que “en el caso particular de las terminales, el análisis de la cobrabilidad de los créditos se ejecuta con regularidad, habida cuenta de que con cada liquidación de tasas se emite la facturación respectiva”, y, sobre los morosos de larga data, argumentó: “Con frecuencia, la instrumentación de cada reclamo requiere de la intervención de varias áreas (Comercial, Asesoría Jurídica, Administración) por la complejidad del tratamiento de la materia, por lo que los tiempos de ejecución y exigibilidad (de montos adeudados) exceden largamente los que son de usos y costumbres en la práctica comercial de otras empresas. Por este motivo, es política de esta Sociedad no previsionar los créditos comerciales descriptos” en el informe.
No obstante, la AGN retrucó que “sin perjuicio de la complejidad del tratamiento de los créditos con las Terminales Portuarias, la existencia de facturas pendientes de cobro cuyas fechas de emisión datan de entre 7 y 14 años, ameritan la inmediata resolución de la cuestión que despeje la indefinición respecto de la procedencia de los (montos) involucrados y de corresponder impulsar las acciones administrativas y/o judiciales para su cobro”.
Para completar el cuadro, la propia Administración de Puertos también explicó que, con respecto a otros créditos morosos, tomó medidas “con posterioridad al 31 de diciembre de 2012”, para “actualizar los procedimientos que permitan considerar que los saldos de los clientes con deudas en gestión judicial o extrajudicial, sean gestionados íntegramente como tales, independientemente de la antigüedad de los mismos”.
Ingresos
Por otra parte, el informe explica que la AGP recauda fondos mediante el cobro de dos tasas, la de cargas y la de ocupación de inmuebles.
En el primer caso, la Auditoría señaló que en 2012 “no se contaba con información integral de la Dirección de Aduanas relativa a los manifiestos de embarque, por lo que la AGP sólo realizaba controles parciales para corroborar la integridad y veracidad de las cargas operadas e informadas por las terminales portuarias”; lo que en otras palabras, significa que el chequeo de los datos correspondientes a estas tasas se hace solamente a partir de lo que dicen las propias empresas.
Puertos, por su parte, respondió que “se están realizando gestiones para que la información completa sea recibida a través de “Web Services”, es decir que se va a procesar su actualización en forma automática (sin intervención humana). En lo que hace al control de rendición de tasas por parte de las Terminales, actualmente se encuentran verificadas y reclamadas”.
Y, con respecto a la ocupación -y los permisos de uso- de inmuebles, la AGN detectó que las tarifas vigentes en 2012 se encontraban “desactualizadas en relación con los valores de mercado de referencia para las locaciones en la Ciudad de Buenos Aires”.
La réplica de la AGP en este punto fue que la actualización del cuadro tarifario se hizo durante el año pasado y que “la incidencia del aumento de la tarifa entre 2013 y 2014 fue del 70%.
“Escasa o nula”
Ya en 2005 la Auditoría había evaluado la seguridad informática en la Administración de Puertos y, en aquella oportunidad, señaló la “falta de integridad en la información almacenada, así como debilitamiento de sus controles internos, a lo que se agrega que el mismo es alimentado con datos provenientes de sistemas manuales y computarizados que no han sido aprobados formalmente, y desarrollados fuera del control del área de Tecnología Informática, no satisfaciendo requerimientos de confiabilidad e integridad”.
Aquel diagnóstico añadía que “la calidad y seguridad de los datos era escasa o nula. (Y que) No existen procedimientos para el monitoreo de exactitud, integridad y autorización”.
En 2009, por su parte, la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) emitió otro informe sobre el GIGA (el sistema informático de la Administración de Puertos) en el que se repetían -y seguían sin solución- las falencias narradas por la AGN cuatro años antes. “Con posterioridad a esta última fecha, no hemos obtenido evidencia de la regularización de las cuestiones observadas”, completó la AGN.
Como ejemplo, la investigación cuenta que “la liquidación de sueldos es llevada por afuera del sistema y no posee interfase automática para la transmisión de datos”.
Y al respecto, Puertos contó que puso en marcha un “proceso de optimización de los recursos de la Base de Datos, reescribiendo los procedimientos que permiten recuperar la información solicitada por las aplicaciones”, y que “se está tramitando en la ONTI la licitación del software para la implementación del Sistema de Administración de los Recursos Humanos en el que se va a contemplar la problemática citada. Asimismo tendrá una interfase son el Sistema GIGA”.
Usos y costumbres
Además, el informe de la Auditoría abordó algunos aspectos de la organización de Puertos. En ese sentido, se señala: “Durante el ejercicio 2012 se han mantenido las cuestiones sustanciales que afectaron el ambiente de control interno de la sociedad, evidenciando falta de adaptación en el accionar administrativo, que siguió operando conforme usos y costumbres, dependiendo del grado de conocimiento y aptitud del personal, careciendo en general de manuales de normas y procedimientos acordes a la realidad operativa de la Sociedad, lo cual origina dispersión de competencias y responsabilidades, e inexistencia y/o falta de funcionamiento de controles incorporados a los procedimientos que permitan la detección y corrección oportuna de eventuales errores e irregularidades”.
Más fácil: el funcionamiento de la Administración depende las rutinas y del conocimiento del personal, porque no hay manuales que indiquen funciones y, sobre todo, tareas para desempeñar.
Y otra vez Puertos respondió. Según el ente, tras la visita de la Auditoría, es decir después de diciembre de 2012, se dictaron resoluciones con las que se modificó y aprobó una nueva estructura orgánica societaria en los niveles tanto superiores como inferiores.
La misma AGP enfatizó que “las decisiones tomadas han modificado sustancialmente la situación imperante en la empresa desde hace décadas”. Y, en relación con los hallazgos de este informe, Puertos apuntó que una de sus gerencias comenzó, en septiembre del año pasado, un Plan de Remediación de Observaciones de la Auditoría, “cuyo objetivo es desarrollar acciones tendientes a mejorar el ambiente de control interno en lo relacionado con Seguridad Informática, Tecnología y Organización y Metodología”.