Instrumentos claves para el funcionamiento del Estado porteño, como el Sistema Integrado de Información Financiera (SIGAF), el Buenos Aires Compra (BAC), o el Registro Único de Proveedores (RIUPP), son desarrollados por un área que, no obstante, tiene el 94% de su personal en situación de “informalidad”.

Se trata de la Dirección General Informática de Administración que, según la Auditoría de la Ciudad (AGCBA), cuenta con 123 personas, de las cuales “dos tienen cargos de planta de Gabinete (el director y el gerente operativo), solo 5 trabajadores son de planta permanente, y los 116 restantes son contratados”. 

El organismo de control, que aprobó este año un informe sobre el funcionamiento del área, agregó que en este último grupo hay “personal jerárquico, por ejemplo los responsables de proyectos” y que, además, “algunas de estas personas tienen más de 10 o 15 años de antigüedad y ocupan cargos de responsabilidad”

Frente a este panorama, la AGCBA sostuvo que “las buenas prácticas indican para estos casos vínculos más estables y fuertes que el contrato”. Es que, según el relevamiento, “se debe tener en cuenta que, en muchos casos, hay un doble conocimiento y experiencia” del personal: por un lado, el aspecto informático propiamente dicho y, por el otro, el relacionado al sistema presupuestario, contable y financiero de la Ciudad.

“La informalidad de mantener como contratados a quienes llevan muchos años en esa  situación y son expertos, plantea un dilema de difícil solución” para el Estado, opinaron los auditores. ¿Por qué? Básicamente porque, si la Ciudad los pasara a planta, esos trabajadores “verían reducidos sus ingresos en forma sustantiva”

Según la AGCBA, el 94% del personal está en situación de “informalidad”

Igualmente, la modalidad actual tampoco ayuda porque “aun así los contratos no son un paliativo, y la brecha salarial subsiste”, dice el informe y, para completar, observó que ese tipo de vínculo laboral “pueden servir para situaciones temporarias y sin cargos de responsabilidad, como los desarrolladores durante un período de prueba”.

Mal de muchos

No obstante, el organismo de control añadió que “el problema de recursos humanos involucra, en su solución, no solo al área auditada sino también, y principalmente, al Gobierno de la Ciudad”.

Es que, según se explicó, el escalafón del Estado porteño es “fundamentalmente administrativo”, lo que resulta “insuficiente para sostener adecuadamente y con retribuciones salariales razonables” al personal de sistemas

En definitiva, el texto concluyó que “esta carencia genera problemas en esta y otras áreas de similar especialización, donde retener al personal entrenado es fundamental y prioritario”.

La “diferencia sustantiva” entre lo formal y lo real

Por otra parte, los auditores descubrieron que el organigrama formal del área “no coincide” con una conformación que, al mismo tiempo, es “real e informal”

Tanto es así que, según registros oficiales, la estructura de la dependencia analizada “se agota en la Dirección General y una Gerencia Operativa y Tecnológica” cuando, en realidad, existen ocho áreas, entre ellas -justamente- la de recursos humanos, la de capacitación, la de desarrollo, la de soporte y tecnología, y la mesa de ayuda. 

Por eso, la AGCBA recomendó “elevar la estructura organizativa real, para que sea formalizada, y definir con claridad los roles y responsabilidades de los jefes de áreas o equipos”.

El personal informático, un “dilema de difícil solución” para la Ciudad

Una mudanza llena de adjetivos

El organismo de control también examinó los detalles de la migración de sistemas de la Dependencia, desde el data center propio de la Dirección, que quedaba en Maipú 116, a la sede del Gobierno de la Ciudad, en Uspallata 3160.

La mudanza en cuestión se hizo en junio del año pasado y sus resultados fueron elogiados por la Auditoría. Es que, según se comprobó, en Parque Patricios “comprueban la seguridad perimetral periódicamente, supervisan la disponibilidad de las comunicaciones y (hasta) poseen equipamiento automático para mitigar el corte abrupto de energía (UPS  y generador)”. 

Se observó que el objetivo del sector “fue cumplido y muestra una alta productividad”

El tema es que el data center de la calle Maipú aún se mantiene en funcionamiento, lo cual, para los técnicos, resulta “redundante, inadecuado, antieconómico e ineficiente”.

La seguridad

Para completar, la investigación reveló que “el área de seguridad de la Dirección no es independiente”, es decir que “carece de controles cruzados”

Puertas adentro, esto implica que el mencionado sector de Tecnología “accede a los servidores para poner en producción, con lo cual tienen acceso al dato”. 

Para la Auditoría, la situación contradice “las buenas prácticas en materia de seguridad (que) indican que los desarrolladores no deben acceder a los datos y que las claves las otorgan los máximos responsables de la Dirección”.

Para destacar

Más allá de estas observaciones, la AGCBA reconoció que la Dirección General Informática de Administración “brindó una amplia colaboración a las tareas de campo realizadas”, y que, además, el objetivo del sector “fue cumplido y muestra una alta productividad”.