Los médicos del área de neurocirugía del Hospital de Niños Pedro Elizalde se hacen cargo del sueldo de una neurocirujana que “está a la espera de su nombramiento oficial”. Así lo explica un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), donde además se indica que, en ocasiones, los profesionales “abonan la reposición y mantenimiento de los equipos quirúrgicos”.

Según la AGCBA, “la mitad del instrumental que utiliza el servicio de neurocirugía es propiedad de los profesionales”. Cabe señalar que el Elizalde tiene tres neurocirujanos y, por lo que manifestó el responsable del área, “en reiteradas oportunidades el service de los equipos -también- fue abonado por los médicos”, incluso, aseguró, ellos “se hacen responsables de la conexión de internet, las comunicaciones por telefonía celular, de los recetarios y la folletería para entregar a los pacientes”.

Con respecto a la recepción de instrumental para cirugías, la Auditoría detectó que “es de baja calidad” y que “no se respeta lo solicitado por el área”. Aclaró, también, que “buena parte de lo recibido resultó ser para adultos (el Elizalde es un hospital de niños), tosco y de poca resistencia”, a tal punto que los auditores observaron que “las pinzas se doblan”.

Frente a lo mencionado anteriormente, desde 2006, “el servicio de neurocirugía disminuyó un 50% de su productividad debido a las dificultades operativas y, principalmente, a la falta de horas de anestesia”, afirma el informe, aprobado este año sobre datos de 2008.

Algo similar ocurre en el servicio de cirugía general. El informe detalla que, si bien el área se encuentra preparada para atender patologías de alta complejidad, su accionar “se ve limitado” por las pocas horas trabajadas por los anestesistas, que no llegan a cumplir ni siquiera con el “50% de su carga horaria”. Incluso, la AGCBA afirma que “es frecuente que a partir de las 13 horas los anestesiólogos se nieguen a comenzar con una cirugía aunque esta sea de rápida resolución”.

Algunos ejemplos dados por la Auditoría exponen la gravedad del asunto: “Hubo cirugías programadas de larga duración, en las cuales, aunque había anestesistas propios, el Hospital tuvo que contratar profesionales externos”. Además, en la división de radiodiagnóstico, “es el anestesiólogo quien determina el día y el horario del estudio”, porque el sector no cuenta con un especialista de este tipo y son “muchos los pacientes -que- por su corta edad, requieren sedación para hacerse una tomografía”.

¿Qué pasa en los quirófanos?

Según la Auditoría de la Ciudad, el Hospital tiene seis quirófanos, pero el encargado del departamento de Cirugía aseguró que “con el staff existente sería imposible armar los seis equipos quirúrgicos”. El informe señala que “el pasillo de circulación interna de los quirófanos funciona como depósito de materiales de distintos tipos, carros, cajas de elementos, tubos de oxígeno, etc.”. Por último, el informe agrega, que los “empleados ingresan con ropa de calle a áreas esterilizadas”, y que en los mismos pasillos se encuentra “una máquina expendedora de café”.

¿Quién se hace cargo?

Para el servicio de radiodiagnóstico, el Hospital de niños cuenta con una cámara Spect, una máquina rotatoria para capturar imágenes nítidas, pero hace dos años que no funciona. El organismo de control dice que “la Empresa DYCASA no cumplió con el traslado y mantenimiento de la máquina”, aunque cabe señalar que la spect es propiedad del Gobierno porteño. El jefe del área destacó que “todavía nadie se hizo cargo del problema”.