Según la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), algunos centros de salud porteños incumplen la Ley 2.214 sobre residuos peligrosos, no cuentan con depósitos diferenciados y otros no reúnen las condiciones de seguridad necesarias. Incluso, los Hospitales Argerich y Zubizarreta arrojan residuos químicos a la red cloacal.

La AGCBA explicó que en el Zubizarreta, de Villa Devoto, se vierten “grandes cantidadesde formol, un componente altamente volátil y muy inflamable, y parafina. Mientras, en el Hospital de Agudos Argerich del barrio de La Boca, se arrojan a la cloaca éter, etílico, fucsina, ácido clorhídrico, formol y etanal.

El informe, aprobado este año sobre datos del período 2007-2008, explica que los mismos centros de salud “no cuentan con depósitos exclusivos para los residuos líquidos peligrosos”, y que los recipientes contenedores de estos componentes “no se encuentran debidamente rotulados”, por lo cual, es difícil distinguir su contenido.

De hecho, la Auditoría porteña sostiene que en el Argerich y el Zubizarreta los depósitos intermedios (sitio previo al depósito final) “no reúnen las condiciones de seguridad establecidas para el almacenamiento de líquidos peligrosos”, como por ejemplo, “falta de ventilación y acceso no restringido”.

En ambos hospitales, expresa el informe, el personal que debe manipular los deshechos patogénicos “no cuenta con elementos de protección”. Incluso, en el Zubizarreta “desconocen la existencia del manual de gestión de estos residuos” y, aunque fue pedido por el organismo de control, no se pudo observar la información sobre “capacitación del personal, certificados de exámenes ni de inmunizaciones obligatorias”.

Por otra parte, el Hospital de Niños Pedro Elizalde, “no tiene certificado de aptitud ambiental”, aunque el organismo de control afirmó que “se encuentra en trámite”, al igual que el que corresponde al Argerich.

Por último, la AGCBA explicó que en el Hospital de Villa Devoto, la empresa que retira los residuostiene un contrato vencido desde 2005”, el circuito de recolección “no se encuentra señalizado”, y el “depósito final no es de uso exclusivo para deshechos patogénicos”.