Según la Auditoría General de la Nación (AGN), la Autoridad de cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) no implementó el fondo de compensación ambiental, una iniciativa que estaba incluida en la ley de 2006 que creó a la ACUMAR, y apuntaba a la “protección de los derechos humanos y la prevención, mitigación y recomposición de los daños ambientales". Sin embargo, “hasta la fecha del informe –aprobado en septiembre- no se encontraba instrumentado”, dijo el organismo de control.

El informe de la AGN analizó la ejecución de las partidas destinadas al saneamiento de uno de los cursos de agua más contaminados del país. Entre sus observaciones se destaca que en el Presupuesto 2008 “no se asignaron créditos presupuestarios al Programa de Fortalecimiento Social Ambiental (PROFORSA)”, creado en octubre de 2007.

Por el lado de las obras que debían hacerse en la cuenca, el organismo de control comprobó que se registraron “demoras en los procesos de licitación y adjudicación de contratos”. La referencia fue puntualmente al “sistema de redes colectoras primarias, secundarias y estaciones elevadoras de desagües cloacales en el Partido de La Matanza”.

Los auditores también investigaron la evolución de la ejecución presupuestaria durante 2008 y remarcaron que durante los primeros nueve meses de ese año se devengaron $ 35,4 millones, sólo un 23,5% de un total de $ 150,8 millones. Y que, tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia –de 2008- que exhortó a las jurisdicciones involucradas a acelerar los tiempos para recuperar el curso de agua, en el último trimestre del ejercicio el monto devengado fue de $ 68,3 millones, el 46% del crédito vigente. Pese a esta suba de la ejecución, el saldo arroja que en todo el año se devengó el 70,25% del presupuesto total.

Por otra parte, hasta la fecha de realización del informe de la AGN, la ACUMAR tampoco había implementado su Servicio Administrativo Financiero (SAF), el órgano responsable de coordinar el manejo de las partidas presupuestarias. Esto ocurrió “pese a que ya se había dictado la norma que establecía la organización interna y la estructura organizativa” del SAF, y que en el presupuesto de 2008 se le asignaron créditos de dos programas: el Integral Cuenca Matanza Riachuelo y el de Gestión Ambiental BID, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

No obstante, según la Decisión Administrativa 442/09 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, finalmente el 9 de noviembre se incorporó la Dirección General del SAF de Apoyo a la Autoridad de Cuenca.

Antes de la aprobación del informe, dos miembros del Colegio de Auditores, el máximo nivel de la AGN, coincidieron que la problemática ambiental del Riachuelo no había variado en los últimos años. Las declaraciones de los Auditores surgieron a partir de la repetición de observaciones expresadas en anteriores trabajos del organismo de control sobre la labor de la Autoridad de cuenca.

“Las conclusiones del informe son, en general, más o menos parecidas a las de siempre”, afirmó Oscar Lamberto durante la reunión del Colegio. Luego, su colega, Horacio Pernasetti, añadió: “Vemos que la situación sigue igual”, y completó: “Realmente lo que preocupa es la falta de reacción del organismo (por la ACUMAR) ante un tema que es tan candente y está en la mira de la Corte”.