En 2007, la Argentina vendió combustibles al exterior por 6.845 millones de dólares, mientras que las compras en el mismo rubro ascendieron a U$S 2.845 millones. A partir de aquel superávit en la llamada balanza energética, que alcanzó exactamente los 4.000 millones de la moneda estadounidense, la tendencia comenzó a revertirse a punto tal que desde 2011 los números cierran en rojo, y que en un lapso de sólo seis años las importaciones aumentaron un 260% y las exportaciones bajaron un 7%.

Del récord al déficit

Durante el ejercicio 2008, el Estado marcó un récord en las exportaciones de combustibles, con un total de 7.633 millones de dólares. Para entonces, la diferencia entre compras y ventas de energía al exterior seguía arrojando resultados positivos, porque las importaciones habían ascendido a U$S 4.333 millones, es decir, que el superávit alcanzó los 3.300 millones de la moneda estadounidense. 

Si bien en 2009 la performance de ventas disminuyó su ritmo, el superávit de la balanza energética fue aún mayor. Es que la Nación exportó combustibles por 6.075 millones de dólares y las importaciones bajaron a U$S 2.626 millones, casi la mitad en comparación a los desembolsos del año anterior, por lo que el saldo positivo fue de U$S 3.449 millones. 

Un año después, el total de combustibles exportados le reportó al país unos 6.465 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a U$S 4.765 millones, y el saldo volvió a ser positivo, en unos 1.700 millones de la moneda estadounidense.

Pero en 2011 la tendencia a la baja en la balanza energética se hizo más marcada y, de hecho, aquel ejercicio cerró con un déficit de 2.868 millones de dólares. Es que las exportaciones de combustibles se mantuvieron casi al mismo nivel que en todo el período analizado, llegando a los U$S 6.546 millones de dólares, y en cambio las importaciones se duplicaron en comparación al año anterior, hasta trepar a los U$S 9.413 millones.

No obstante, el déficit del año pasado fue aún mayor. En rigor, el ejercicio 2012 cerró con exportaciones de combustibles por 6.343 millones de dólares, mientras que las importaciones alcanzaron los U$S 10.254 millones, por lo que el saldo negativo de la balanza energética fue de 3.911 millones de la moneda estadounidense. 

En conclusión, tomando las dos puntas del período analizado, entre 2007 y 2012, las exportaciones de combustibles bajaron un 7% y las importaciones crecieron 2,6 veces, es decir, se incrementaron en un 260%.  

Presente y futuro    

Entre enero y agosto de este año, la tendencia de la balanza energética sigue siendo negativa. Es que las importaciones, que ascienden a 9.029 millones de dólares, superan a las exportaciones, que suman solamente U$S 3.619 millones. Por lo que el déficit parcial llega a los 5.410 millones de dólares. 

Las proyecciones para lo que queda de 2013 no son alentadoras. Si se cumplen los cálculos previstos, la Argentina exportará combustibles por 5.429 millones de dólares, mientras que las importaciones en el mismo rubro ascenderán a U$S 13.544 millones. Así, el déficit de la balanza energética marcará otro récord, en este caso negativo, con un rojo de 8.115 millones de la moneda estadounidense.

La parte y el todo

Otro fenómeno advertido en la performance de la balanza energética, es la evolución inversamente proporcional que registran las participaciones de importaciones y exportaciones de combustibles en el total de las operaciones de comercio exterior realizadas en el país durante el período analizado.

Es que en los últimos seis años, la participación de las compras de energía en el total de las importaciones del país subió del 6% en 2007 al 15% en 2012.

En efecto, durante el ejercicio 2007 las importaciones totales de la Argentina sumaron unos 44.707 millones de dólares, de los cuales unos U$S 2.845 correspondieron a la compra de combustible, es decir, un 6%.

El año 2012, por su parte, cerró con importaciones totales para el país por 67.880 millones de dólares y, de ese total, el 15% fue por compra de combustibles, unos U$S 10.254 millones. 

Siguiendo con la participación de las compras de combustibles al exterior en el total de importaciones argentinas, y como ya se dijo, el valor proyectado para este 2013 asciende a 13.531 millones de dólares. 

En ese sentido, el peso relativo de la compra de energía es de tal magnitud, que de cada 100 dólares importados en 2013, 20 corresponderán a combustibles.  

A contramano, la participación de la venta de combustibles en el total de las exportaciones de la Nación bajó del 12% en 2007 al 8% el año pasado.

Es que hace sólo seis años, la Argentina registró exportaciones totales por 55.980 millones de dólares, de los cuales U$S 6.845 millones, el 12%, correspondieron a la venta de energía en cualquiera de sus formas.

Y el ejercicio pasado, el total de exportaciones nacionales ascendió a 78.994 millones de dólares y, de ese total, sólo el 8% fue por la venta de combustible, por operaciones que sumaron unos U$S 6.343 millones.