Durante el año pasado, el control público recibió sólo 8 centavos por cada 100 pesos que gastó el Estado nacional.

Es que, según cifras preliminares, los desembolsos de 2014 ascendieron a $ 1.133.000 millones, es decir un billón ciento treinta y tres mil millones de pesos, y el 0,08% de ese total fue destinado a la Función Control, que se encuentra dentro de la Finalidad Administración Gubernamental. 

En rigor, se devengó algo más de $ 947 millones, monto que fue repartido entre la Sindicatura (SIGEN) y la Auditoría General de la Nación (AGN), que a principios de diciembre pasado se mudó a su nueva sede: un edificio sobre la avenida Rivadavia 1745, bautizado “Raúl Alfonsín” por ley del Congreso.

A contrapelo del resto de los ítems presupuestarios, la participación de la partida del control público dentro de los gastos totales de la Nación fue descendiendo a medida que transcurrían los meses de 2014.

De hecho, este medio había informado que de cada $ 100 desembolsados por la Administración Central hasta el mes de agosto, el seguimiento de la gestión recibía unos 10 centavos.

Y a pesar de las sucesivas ampliaciones de gastos registradas en el último ejercicio, la porción del control público se redujo un 20% en el segundo semestre -siempre en relación a las erogaciones totales del Estado-, para cerrar el año con sólo 8 centavos por cada 100 pesos ejecutados por la Nación.      

La torta

Siguiendo con el ejemplo de los 100 pesos, la Administración destinó 38 a la Función Seguridad Social; 19 a Energía, Combustibles y Minería; 7 a Transporte; y 8 a los Intereses de la Deuda Pública. 

La primera función está bajo la órbita de la Finalidad Servicios Sociales (salud, vivienda, agua potable, entre otras) que es, nominalmente, la más importante del presupuesto nacional y cerró el ejercicio con una partida de $ 614.759 millones -equivalente al 54% de los Gastos Totales de la Nación-. 

Por su parte, la función Energía, Combustibles y Minería dispuso en el año de un presupuesto que ascendió a $ 212.000 millones; mientras que la partida de Transporte en 2014 trepó hasta los $ 75.000 millones

Ambas funciones corresponden a la Finalidad Servicios Económicos, que fue la más beneficiada con las ampliaciones de gastos decididas por el Ejecutivo (en 2014 duplicó los fondos que tenía disponibles para alcanzar un presupuesto de $ 309.826 millones), y que se dedican -en mayor medida- a los subsidios al transporte y la energía.

Asimismo, en concepto de Deuda Pública, los desembolsos del año pasado fueron de $ 87.000 millones, sólo por intereses

Con estos datos puede decirse que, de aquellos $ 100, 72 corresponden solamente a las cuatro funciones mencionadas (Seguridad Social, Energía, Combustibles y Minería, Transporte, y Deuda Pública); mientras que los 28 pesos restantes se reparten entre los otros 24 ítems presupuestarios, incluyendo al control público.

Esa lista se completa, entre otras, con las funciones Legislativa, Judicial, Relaciones Exteriores, Administración Fiscal, Información Estadística, Seguridad Interior, Sistema Penal, Inteligencia, Educación y Cultura, Ciencia y Técnica, Trabajo, Medioambiente, Industria, Comercio y Turismo.

Todos estos datos son preliminares, a la espera que se apruebe la Cuenta de Inversión correspondiente al ejercicio 2014.

Glosario

¿A qué hace referencia la clasificación del presupuesto según Finalidad y Función? La clasificación funcional presenta al Gasto Público según la naturaleza de los servicios que las instituciones públicas brindan a la comunidad. Los desembolsos clasificados por Finalidad y Función permiten determinar los objetivos generales y los medios a través de los cuales se estiman alcanzarlos. Permite conocer en qué medida las instituciones de la Administración Nacional cumplen funciones económicas o sociales.