A una semana de las inundaciones que provocaron 59 muertos en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal, la atención de la opinión pública vuelve a centrarse en el dinero que emplean los distintos Estados para ejecutar obras que mitiguen el efecto de eventuales desastres naturales.

En ese sentido, y tomando los últimos cuatro años, la Ciudad de Buenos Aires registra un incremento del 265% en el presupuesto de su Función “Agua, alcantarillado y desagües” (ver Finalidad-Función). Es que en 2008 se ejecutaron por ese rubro unos $ 87 millones; monto que en 2012 ascendió a los $ 318 millones.

Pero por el lado de la provincia de Buenos Aires, en rigor la jurisdicción más castigada por las inundaciones, el aumento de la partida para la misma Función fue de solamente del 20% durante el período analizado. En 2008, en territorio bonaerense se devengaron $ 561 millones por ese ítem, mientras que el año pasado la cifra trepó hasta los $ 672 millones.

Ahora, ante esta performance, bien podría suponerse que los Gastos Totales de ambas jurisdicciones tuvieron, en los últimos cuatro años, evoluciones análogas a las registradas por la Función “Agua, alcantarillado y desagües”. Pero no es así.

De hecho, los Gastos Totales de la Capital Federal fueron de $ 12.947 millones en 2008, y ese monto trepó hasta los $ 33.436 millones en 2012. Es decir, un incremento global del 158% en cuatro años.

Y en la provincia de Buenos Aires, el presupuesto total pasó de $ 46.462 millones en 2008, a unos $ 115.459 millones el año pasado. Lo que significa un aumento del 149% en los últimos cuatro ejercicios.

Pasando en limpio, la Ciudad de Buenos Aires aumentó su presupuesto total un 158% entre 2008 y 2012, mientras que la evolución de la partida para agua, alcantarillado y desagües se incrementó un 265% en el mismo período.

Por su parte, el presupuesto total de la provincia de Buenos Aires aumentó un 149%, y los fondos para agua, alcantarillado y desagües, crecieron sólo un 20%.

Obras (gastos que son gestos)

Sintéticamente, hay dos formas de ejecutar los fondos públicos. Por un lado, aparecen los Gastos Corrientes, es decir, el dinero empleado para el normal funcionamiento de los Estados, por ejemplo el pago sueldos y la compra de insumos. Y, por el otro, los Gastos de Capital, que son los que se destinan a las obras de infraestructura.

A pesar de las diferencias que existen entre la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, tanto en población como en superficie, ambas jurisdicciones gastan casi la misma cantidad de dinero en obras. Y no porcentualmente hablando, sino en términos nominales.

En 2008, el presupuesto de la Capital Federal fue de $ 12.947. De ese total, el 81,4% fue para Gastos Corrientes ($ 10.539 millones), y el 18,6% restante se destinó a Gastos de Capital ($ 2.408 millones).

Cuatro años más tarde, el presupuesto porteño ascendió a $ 33.436 millones; de los cuales el 86% correspondió a Gastos Corrientes ($ 28.764 millones), y el 14% fue para Gastos en Capital ($ 4.672 millones).

La provincia de Buenos Aires, en tanto, muestra un desempeño diferente. Su presupuesto total para 2008 fue de $ 46.462 millones; y de ese monto, el 95,4% se destinó a Gastos Corrientes, es decir, unos $ 44.315 millones. Y sólo un 4,6% correspondió a Gastos de Capital, lo que en dinero significan $ 2.147 millones. Incluso menos que lo invertido por la Ciudad.

Y el año pasado la brecha entre Gastos Corrientes y de Capital se amplió. Es que el presupuesto bonaerense de 2012 ascendió a $ 115.459 millones; de ese total, el 96,4% fue para Gastos Corrientes ($ 111.265 millones), y solamente el 3,6% restante se destinó a los Gastos en Capital, es decir $ 4.193 millones, otra vez menos que el dinero invertido por la Ciudad.

Midiendo estas evoluciones desde otro aspecto, la participación relativa de los Gastos de Capital en los presupuestos totales de las dos jurisdicciones bajó en los últimos cuatro años. En la Ciudad de Buenos Aires, ese descenso fue del 25%, y en la Provincia, del 21%.

La Nación

Tras las inundaciones, el Estado nacional también fue destinatario de los reclamos por falta de inversión en obras de infraestructura.

En lo que tiene que ver con la Función “Agua, alcantarillado y desagües”, el presupuesto de la Nación pasó de $ 1.945 millones en 2008, a unos $ 7.631 millones en 2012. Es decir que en cuatro años, la partida aumentó un 292%.

Y en términos globales, el presupuesto nacional en 2008 fue de 192.974 millones. De ese total, los Gastos Corrientes ascendieron a $ 169.748 millones (el 88%), mientras que los Gastos de Capital llegaron a $ 23.226 millones (el 12% restante).

El año pasado, en tanto, se cerró con un presupuesto total de $ 562.030 millones, de los cuales el 89,5% se destinó a Gastos Corrientes ($ 502.860 millones), y el 10,5% a Gastos de Capital (59.170 millones).

La participación relativa de los Gastos de Capital en el Presupuesto Total de la Nación también disminuyó. En este caso, la caída fue de un 13% entre 2008 y 2012.

Finalidad-Función

Generalmente, los gastos presupuestarios se clasifican en “Finalidad”, es decir los grandes objetivos de las gestiones, y la “Función”, que son los medios que se emplean para lograr aquellos objetivos.

La Función analizada en esta nota fue la de “Agua, alcantarillado y desagües”, y forma parte de la Finalidad Servicios Sociales.