Según la Cuenta de Inversión 2007, el balance de la ejecución del Presupuesto, el Estado tuvo ingresos totales por $ 147.464 millones. El año pasado, como en ejercicios anteriores, las variables de la Ley de Leyes fueron subestimadas, por lo que se amplió la brecha entre los valores aprobados por el Congreso de la Nación y los efectivamente ejecutados. Por eso los ingresos totales, la suma entre ingresos corrientes y de capital, fue un 22% mayor a lo previsto, es decir que hubo un excedente de $ 27.073 millones.

En cuanto a los ingresos corrientes, el 70 % está conformado por los ingresos tributarios, es decir, los impuestos directos, que se aplican sobre el patrimonio del contribuyente, e indirectos, que son aquellos en los que el contribuyente que enajena bienes o presta servicios, traslada la carga del impuesto a quienes lo adquieren. En este rubro se destacó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que participó en el 30% del total de los ingresos tributarios. Con respecto al Presupuesto 2007, la subestimación del IVA fue del 69%. Es que el monto inicial calculado por Ley era de algo más de $ 18.000 millones y se recaudaron $ 30.747 millones. Como este es, por antonomasia, el impuesto al consumo, es probable que en la subestimación exista un importante componente inflacionario. Los otros tributos que percibe el Estado son Ganancias, por el que se recaudaron $ 22.309 millones, 41% más de lo previsto; Aranceles a la Exportación, que ascendió a $ 18.578 millones, 20% por sobre la estimación original; y el impuesto a los Débitos y Créditos en Cuentas Bancarias, que sumaron $ 12.661 millones con una subestimación del 22%.

Estos cuatro impuestos acumulan el 81% de los ingresos tributarios, y la diferencia absoluta entre lo que recaudaron y lo que establecía el Presupuesto 2007 fue de $ 24.415 millones. Además, con respecto a la clasificación de los impuestos según su naturaleza económica, los indirectos son los que, en total, tienen más incidencia en los ingresos tributarios, con una participación del 77%. En este concepto, la subestimación fue del 13% y se percibió $ 9.313 millones más de lo previsto en la Ley. Sin embargo, en puntos porcentuales, la mayor diferencia con el cálculo inicial se registra en los impuestos directos, donde hubo una subestimación del 40% y un excedente de $ 6.921 millones.

El resto de los ingresos corrientes corresponde a un 25% proveniente de las Contribuciones y a los Ingresos No Tributarios, con una participación del 2%. Casi el total de las Contribuciones se relacionan esencialmente con la seguridad social y, por ese rubro, el Estado percibió $ 36.287 millones, un poco menos de $ 10.000 millones más de lo calculado por Ley. En esta subestimación, del 39%, se registra la influencia del traspaso de una gran cantidad de afiliados del sistema de capitalización, AFJP, al de reparto, es decir, la jubilación estatal. Por su parte, se recaudaron $ 3.269 millones de ingresos no tributarios, que vienen de fuentes no impositivas como derechos pagados por bienes y servicios, alquileres, primas y regalías. En este ítem, la diferencia en relación a la estimación del Presupuesto del año anterior fue del 19%.

Los ingresos totales se completan con un 0,5% de ingresos de Capital que provienen de la compra de activos reales o financieros. Por este concepto, el Estado había previsto recaudar $ 1.097 millones, pero ingresó un 32% menos, es decir, $ 741 millones.

A partir de la práctica de subestimar variables del Presupuesto, el Estado recaudó $ 27.073 millones más de lo previsto y el Congreso de la Nación, que aprobó la Ley, no tuvo intervención sobre la ejecución del 22% de los ingresos totales.