Se impuso el oficialismo: El Senado autorizó al Ejecutivo a expropiar el paquete accionario de esa aerolínea y de Austral

El Senado sancionó ayer la ley que autoriza al Poder Ejecutivo a expropiar el paquete accionario de Aerolíneas Argentinas y de Austral, empresas de Interinvest, controladas a su vez por el grupo de capitales españoles Marsans, dueño de las compañías desde que el gobierno de España se las transfirió por el valor simbólico de un euro.

Aerolíneas Argentinas volverá así al Estado 18 años después de su privatización. Marsans señaló, mediante un comunicado, que "la confiscación es arbitraria e ilegítima porque contradice lo acordado entre Interinvest y el Estado", y anunció que ya presentó una demanda ante el Ciadi, tribunal de controversias del Banco Mundial.

La expropiación fue aprobada (por 42 votos a favor y 22 en contra) con el apoyo solitario del kirchnerismo y a contramano de los reparos de la oposición, que denuncia la operación porque llevará al Estado a hacerse cargo del importante pasivo que dejan los españoles, acusados por el Gobierno de haber vaciado las empresas.

Según la Auditoría General de la Nación, Aerolíneas Argentinas y Austral tienen un patrimonio negativo superior a los 2500 millones de pesos. El Tribunal de Tasación de la Nación, en tanto, realizó una valuación similar: encontró pasivos por 832 millones de dólares.

"Todos los argentinos nos vamos a hacer cargo de esos 2500 millones", denunció el radical Gerardo Morales (Jujuy). "Estamos estatizando la deuda de Marsans", sentenció el cordobés Carlos Rossi (Partido Nuevo). La peronista disidente Hilda González de Duhalde destacó que con ese dinero "podrían hacerse mil escuelas".

Adolfo Rodríguez Saá (PJ-San Luis) fue más allá y acusó de "doble discurso" a la administración kirchnerista porque "dijo que iba a pagar un peso [por las compañías], pero ya se han gastado 844 millones de pesos en su funcionamiento".

Esto es así en virtud del acta acuerdo firmada por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en julio último con los directivos de Interinvest, por la cual el Estado ingresó en la conducción de las aerolíneas y las financia.

Ese documento y la actuación de Jaime -que esperó la sanción de la ley en el Salón Rosado, ya que no se animó (o no lo dejaron) a sentarse en el recinto como suelen hacer los funcionarios- fueron otro de los puntos atacados por la oposición. Morales acusó al funcionario de "pretender que el Estado se haga cargo de la deuda y que encima le paguemos a Marsans 400 millones de dólares". Hizo alusión así al conflicto generado en torno a la validez del acta acuerdo.

Es que para conseguir votos para aprobar el proyecto de "rescate" de Aerolíneas (sancionado el 3 de septiembre último), el oficialismo excluyó del texto en la Cámara de Diputados ese compromiso, en el que se establecía que la compra de Aerolíneas debía basarse en la tasación de un tercer árbitro imparcial en el caso de que las valuaciones de parte hechas por Marsans (realizada por Credit Suisse y que arrojó un valor de 400 millones de dólares) y el Estado no llegaran a un acuerdo.

El oficialismo sostiene ahora que el acta acuerdo no tiene validez legal porque fue excluida de la ley de rescate. Los españoles rechazan esa postura y el precio simbólico de un peso que ofreció el Gobierno para quedarse con el control de las empresas, que, al ser rechazado por Marsans, abrió el camino a la expropiación.

Para el socialista Rubén Giustiniani, el proceso que desembocó en la expropiación aprobada ayer "es un truco entre tramposos" y la de Aerolíneas "es la crónica de un saqueo" desde el momento de su privatización por decreto, en 1989, en los albores del primer gobierno de Carlos Menem.