Tucumán.- Los agentes de tránsito trabajarán en grupo y sus acciones serán filmadas. Así lo dispuso la Municipalidad de la ciudad Capital de Tucumán para que los operativos de control sean impecables y eficaces.

Frenó con tranquilidad. Al costado de la calle lo esperaba un inspector de tránsito. Lo saludó, sacó el casco que llevaba en el brazo y se lo puso sobre la cabeza. 

- Lo voy a tener que multar. 

- Usted está loco, si lo llevo puesto. 

- Por favor, muéstreme los papeles de la moto. 

- Es que me los robaron. 

- Bueno, entonces, permítame la denuncia correspondiente. 

- Iba a hacerla ahora justamente. 

- Le voy a tener que secuestrar el vehículo; son muchas infracciones. 

- De ninguna manera. Soy empleado público. Tengo muchos contactos. 

- No importa, señor. Tendrá que buscar el rodado en el Corralón. 

- ¿Esto no se puede arreglar de otra manera? 

Ante la negativa del agente, el conductor debió bajarse de la moto y se retiró indignado del lugar. "¿Usted cree que esto es sólo un problema de los inspectores de tránsito? La corrupción está instalada en la sociedad", esgrimió Jorge Mazuy, a cargo de los operativos de Tránsito en la capital. LA GACETA fue testigo de este hecho y de otras discusiones que se produjeron ayer a la mañana durante un importante operativo que desarrolló la Municipalidad capitalina bajo el puente Central Córdoba. 

Los controles se realizaron con la supervisión de las autoridades y como una forma de transparentar el accionar de los inspectores, que fue duramente criticado durante los últimos días, luego de que se conoció un estudio que ubica a Tucumán como la provincia donde más desconfianza generan los organismos de control. 

Las autoridades aclararon que desde hace varios meses se vienen haciendo cambios para modificar la mala imagen que tienen los varitas. Y anunciaron que seguirán implementando acciones: de ahora en más se intentará disminuir la cantidad de controles "hormiga", que se realizan con sólo uno o dos inspectores. Cuando participan más agentes -afirman- es más difícil que todos se pongan de acuerdo para ofrecer o recibir coimas. 

Asimismo, los jefes de la Dirección de Tránsito supervisarán la mayor cantidad de operativos. Algunos controles se llevarán a cabo en las esquinas del centro que cuentan con cámaras, de forma de vigilar cómo se desempeñan los agentes, informó Mazuy, subinterventor operativo de la Dirección de Tránsito. 

El funcionario considera injusto que sólo se considere culpables de la corrupción a los inspectores. "A nosotros nadie nos respeta. Los conductores nos insultan, nos atropellan y hasta nos agreden físicamente. Por eso siempre tenemos que pedir apoyo policial cuando hacemos operativos. El tucumano, de por sí, es muy infractor y se resiste a la autoridad", aseguró. 

En el transcurso de una hora, LA GACETA pudo comprobar que casi todos los conductores que circulaban fuera de la ley se resistían a reconocerlo. Marcelo, por ejemplo, llevaba el casco puesto pero no tenía la documentación de su moto al día. Cuando los inspectores le consultaron por qué no poseía espejos retrovisores, elementos exigidos por ley, el muchacho dijo que estaban bajo el asiento. En ese mismo momento los sacó y empezó a enroscarlos en los extremos del manubrio. Igualmente, su vehículo fue secuestrado. 

El joven no quiso bajarse de la moto, así que los inspectores debieron subir el rodado al camión municipal con el conductor incluido. "Ni loco me separo de la moto. Después te la devuelven desmantelada", gritó mientras partía. 

"La ilegalidad en el tránsito está tan naturalizada que los tucumanos no se sienten infractores", comentó Mazuy. Reconoció que hay corrupción en la repartición. "No voy a decir que son ?carmelitas descalzas?. Esto es un problema de vieja data que estamos intentando cambiar. No es fácil. Hacemos capacitación constantemente", comentó, y luego aclaró que los conductores están muy mal acostumbrados y siempre ofrecen dinero para zafar de las multas. 

Por cada turno, salen a la calle 100 inspectores de tránsito municipal. "Es imposible controlarlos a todos, pero tratamos de supervisarlos cada vez más", enfatizó el funcionario. 

Excusas y consejos 

"Es mi problema".- Llevaba el casco entre las piernas y se sonrió cuando los inspectores le pidieron que frenara. "Eh, qué les importa si no llevo casco. Es mi problema, si tengo un accidente, yo me perjudico", vociferó el conductor. Los agentes le dijeron que tenían la obligación de sancionarlo. "Ahora se hacen los cumplidos. Lo único que les importa es recaudar", se quejó antes de entregar el vehículo a los municipales. 

Tranquilizantes

"Se van a arrepentir. Si le pasa algo a mi moto vamos a pasar a palabras mayores", le gritó un motociclista al subdirector de Tránsito, Jorge Mazuy. "Tenga cuidado, esto es una amenaza. Nosotros estamos para hacer cumplir la ley", le contestó el funcionario. Mazuy dijo que el maltrato que reciben de parte de los conductores es constante. "Nos pegan, nos insultan... tengo que tomar tranquilizantes para salir a trabajar", describió. 

Filmadora

Un alto funcionario municipal recomendó que los conductores a quienes les ofrezcan coimas denuncien los hechos en la Dirección de Tránsito. Para tener pruebas, sugirió que usen la filmadora del celular. 

A la vista de todos

Luis Salcedo, un motociclista que trabaja para una mensajería, denunció que sólo confía en los operativos con muchos agentes y que se hacen la vista de todos.