Ciudad de Buenos Aires.- El último proyecto de ley que envió el jefe de Gobierno porteño a la Legislatura, la semana pasada, consiste en el pedido para concesionar el jardín zoológico porteño por 20 años más. La concesión se vence el 1 de enero de 2011 y el año pasado fueron denunciadas serias irregularidades por la Auditoría General de la Ciudad, que conduce Sandra Bergenfeld. Mauricio Macri quiere hacer un concurso nacional e internacional para intentar que el zoológico esté a tono con las nuevas concepciones que se refieren a la exposición de animales y en ese sentido no cree que tendría inconvenientes con la oposición.

Es más, también habría una renovación del canon. Pero las dificultades del PRO no pasan actualmente por la letra de los proyectos, sino por la relación con los opositores, que quedó más débil la semana pasada, cuando durante el debate de las leyes económicas, el macrismo terminó en soledad en el recinto junto a los ocho aliados que le prestaron los votos.

El desaire parece traducirse en la actividad de las comisiones, y se condimentará en las próximas semanas con el recreo que impone el Mundial de Fútbol. Para opositores y oficialistas, la situación judicial de Macri tensa el clima y la votación de leyes podría sufrir esos avatares.

De todos modos, el titular de la bancada PRO, Cristian Ritondo, intentará tratar el proyecto en comisión. Tras la primera privatización que tuvo a su cargo Gerardo Sofovich, la concesión pasó por varias empresas y ahora la tiene Zoológico de Buenos Aires SA. Durante la gestión de Aníbal Ibarra, inclusive los concesionarios tuvieron problemas para abonar el canon (cercano al 10% de la recaudación) y se les refinanció la deuda. Casi todos los empresarios se habrían apartado del contrato, según informó la Auditoría.

Inversión

Lo cierto es que el Gobierno porteño comparte que cualquier empresa interesada en la explotación del parque deberá invertir en infraestructura y en general en mantenimiento. Por eso fundamenta la solicitud que debe darle la Legislatura en que «a diferencia de otros bienes de dominio público de la Ciudad, esta concesión reviste características peculiares que la convierten en única», ya que se trata de un Monumento Histórico Nacional y «todas las obras a realizarse en el mismo deben contar con su aprobación previa».

«Los antecedentes normativos reseñados tornan imperioso que las empresas o particulares que se presenten para operar el Jardín Zoológico cuenten con, además de experiencia en la materia, un plan maestro de inversión que prevea la conservación y restauración de los edificios históricos involucrados, así como especies arbóreas y plantas que integran también el patrimonio de la Ciudad, lo que requiere un plazo extendido de concesión para poder amortizar las inversiones necesarias».

Con esos argumentos, el macrismo empezará a buscar los votos que le faciliten el llamado a licitación, que debería Macri poner en marcha en los próximos meses.