Un informe de la Auditoría porteña (AGCBA) dice que no se llegó a cumplir ni “la mitad de lo previsto” en un acuerdo entre el Ministerio de Salud de la Ciudad y algunos Hospitales para, entre otras cuestiones, disminuir el tiempo de espera en la entrega de turnos y ampliar la atención médica y quirúrgica en horario vespertino.

En promedio se cumplió sólo el 45% de las acciones previstas en los cuatro efectores de la salud, Penna, Piñero, Ramos Mejía y Tornú, elegidos a modo de prueba para llevar a cabo los objetivos de las actas compromiso sobre el doble turno en hospitales.


 
El informe, aprobado este año sobre datos de 2007 y 2008, aclara que “las mayores dificultades se encontraron en el cumplimiento del horario vespertino, en la disminución de los tiempos de espera en otorgamientos de turnos de laboratorio para análisis, y en la posibilidad de realizar mayor cantidad de cirugías hasta las 18”.

La AGCBA explica que en las actas “no se especifica qué áreas deberían atender hasta las 20 ni (en) qué días de la semana”. De esta forma, agrega que en el Tornú ninguna de las especialidades básicas mantiene los consultorios abiertos hasta las 20 y que el servicio de cirugía general atiende nada más que los martes hasta 16 (el turno vespertino comienza a las 13 horas aproximadamente, aunque tampoco se aclara en el acuerdo).

Incluso, pese a que el Tornú incorporó profesionales en reumatología, otorrinolaringología y neurología, la Auditoría observó que no atendían de lunes a viernes. Asimismo, en el Piñero, sólo tres especialidades finalizan su atención a las 20, pero no todos días.

Por otra parte, al momento de las tareas de auditoría, “el tiempo de entrega de turnos para el laboratorio del Piñero era de 28 días”, pese a que antes del acuerdo la demora era de “una semana”. No sólo no logró disminuir el 50% del tiempo de espera de turnos para laboratorio, como debían hacerlo, sino que además lo aumentaron.

El informe agrega que en el laboratorio del Piñero “falta integrar el 32% del personal previsto, incorporar ocho heladeras y 16 apoyabrazos”.

Además, en el Penna, el Ministerio se había comprometido a efectivizar “siete bioquímicos y siete técnicos” para disminuir los tiempos de espera de los turnos de laboratorio. Sin embargo, el informe sostiene que no sólo “no se redujo” la demora, sino que además el laboratorio “sufrió la baja de 4 técnicos”, y todavía quedaban “pendientes de designación 6 bioquímicos y 6 técnicos”.

Por último, explican los auditores que “el servicio -en el Penna- se ve imposibilitado a sumar más personal al existente debido a que no cuenta con espacio físico acorde”. Incluso, especifican que “en el pasillo de circulación, se encuentran las heladeras, los lockers del personal, se utiliza como depósito de insumos, de materiales y archivo de papeles”.